«Mis ocas bailan 'Paquito el Chocolatero'»
Un año más, los animales de Miguelín, palentino de 58 años, volverán a causar sensación desfilando en la cabalgata de Reyes de Madrid
J. D. B. - ICAL
Domingo, 4 de enero 2015, 18:24
Decir que se siente orgulloso de sus ocas es quedarse corto. José Miguel Espinosa, más conocido como Miguelín, ultima los preparativos para volver a provocar la sorpresa y emoción en una de las cabalgatas de Reyes más importantes que se celebran en España.
Este año serán cerca de 70 ocas las que desfilen este lunes acompañando a sus Majestades de Oriente por las largas calles de la capital, cumpliendo así con una tradición que arrastra desde hace 15 años. «No daban un duro por nosotros», afirma cuando recuerda la primera vez que acudió a Madrid con unas cuantas de sus ocas. Ya había salido en la cabalgata de Palencia y le propusieron ir a Madrid.
«Yo ahí me pierdo con tanto coche», fue lo primero que respondió. Pero su arrojo le llevó a probar suerte y, tras algún que otro contacto, consiguió colarse en el desfile más esperado del año con unas cuantas ocas. Efectivamente pocos confiaban en que saldría bien la experiencia, unos creían que se dispersarían, otros que no aguantarían. Le propusieron incluso llevarlas pero enjauladas para que no hubiera problemas. Miguelín se negó, «esto tiene que ser algo natural», se impuso. Y a la primera voz de mando las ocas marcharon en orden, juntas, y hasta el final. «Aquello fue increíble», ríe con fuerza en su finca a las afueras de Palencia, donde compagina el cuidado de las aves con la agricultura ecológica.
El éxito de Miguelín y sus ocas no es fortuito, lleva años dedicados a su adiestramiento y lo hace a conciencia. Todos los días las saca a pasear y «cada dos o tres días hacen cinco kilómetros, es un entrenamiento en toda regla». Y no es para menos, ya que las tiene haciendo series, cambios de ritmo, reposos... «¡Como los atletas!», dice. Pero no sólo caminan «con marchas legionarias», también bailan. «Saben bailar el 'Paquito el Chocolatero', mueven el cuello para arriba y para abajo y van para adelante y para atrás al ritmo de la música» que les pone cuando cae la tarde. «Los que me ven con ellas y con la música deben pensar que estoy loco, pero nos lo pasamos bien». Y es que con sus 58 años, asegura que conserva un espírito de 35: «soy muy niñón».
Ese es el secreto de que Miguelín lleve tantos años aceptando llevar sus ocas por las calles de Madrid, aunque este año las repartirá también entre Roquetas de Mar en Almería y su incondicional Palencia. «Ver la ilusión de los niños cuando pasan es lo mejor» señala, «ver la cara de alegría de la gente te compensa». Cuenta que son varias las personas que «¡me hacen gorros!» para agradecerle que acuda cada año a esta cita tan especial.
Las ocas «ya tienen callo» y este lunes culminará un periodo de tres meses en los que el entrenamiento se ha intensificado para conseguir el objetivo: volver a provocar la emoción de grandes y pequeños en una de las noches más mágicas del año.