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La Navidad es tradición en turrones, cartas a los Reyes Magos, reencuentros con los amigos y reuniones familiares y estas últimas, celebradas en sitios cerrados ... por las temperaturas frías, terminan dejando una resaca de visitas al alza en farmacias, centros de salud y urgencias hospitalarias a cuenta de la transmisión de virus respiratorios, principalmente el de la gripe.
El sistema de red centinela mide los datos semana a semana y ha detectado en esta primera de enero un aumento de la tasa de incidencia de infecciones respiratorias en Castilla y León. El dato se sitúa en 908 casos por cada 100.000 habitantes para el conjunto de los virus que ahora se controlan, con una circulación reducida en este momento de covid-19 y creciente de gripe, con 76 casos por 100.000 habitantes que superan el umbral de epidemia situado técnicamente en los 50 casos para ese volumen de población.
«Nunca existen dos temporadas de gripe iguales, lo previsible es que la temporada gripal sea convencional, que hayamos entrado en enero en una actividad que supera el umbral epidémico y que se mantengan en esos niveles unas semanas», explica el doctor José María Eiros, jefe del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Río Hortega y director de Centro Nacional de la Gripe de la OMS en Valladolid. Es una previsión que se basa en la experiencia de los más de 40 años de trabajo de la red de vigilancia de Castilla y León, sobre una enfermedad, la gripe, que es mejor no banalizar porque puede presentar cuadros serios de fiebre, dolores y problemas respiratorios.
El perfil de contagiados detectado en esta primera semana de enero en el caso del virus de la gripe y del VRS (el virus respiratorio sincitial, que suele cursar con síntomas leves pero puede llegar a producir bronquiolitis y neumonías con hospitalización) corresponde a personas de más de 65 años. «La detección de virus de la gripe y VRS se observan principalmente en los mayores de 65 años, donde el 50% de los VRS y el 43% de las gripes detectadas pertenecen a ese grupo de edad», recoge el informe semanal de la Red Centinela Sanitaria de Castilla y León correspondiente a la semana del 30 de diciembre al 5 de enero. Los casos detectados indican un descenso de las infecciones entre los niños y un aumento entre los adultos, con especial incidencia entre los que superan esos 65 años y más aún entre los que sobrepasan los 75 años.
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Se avecinan semanas de toses, malestar y fiebre en las infecciones de gripe que discurran sin complicaciones, pero también de problemas respiratorios más severos que lleven a pacientes en los que la infección se complique a los servicios de Urgencias de los hospitales, primero, y al ingreso después, en los casos más delicados. Ante esa situación, el doctor Eyros insiste en que las personas que aún no se han vacunado frente a la gripe están a tiempo de hacerlo y aporta dos razones para animar a estos indecisos.
José María Eiros
Director del Centro Nacional de la Gripe y jefe del Servicio de Microbiología del Río Hortega
El primer beneficio que describe el también catedrático de Microbiología de la Universidad de Valladolid es que la vacuna evita el contagio en un porcentaje elevado, pero si una persona vacunada enferma pasará una gripe con síntomas más leves, más tenues y más suaves. Algo vital, sobre todo en el caso de que ese contagiado tenga otras patologías previas. La segunda razón para animarse a acercarse a un punto de vacunación a estas alturas de la campaña es que esta tarda en ser efectiva unos días desde el pinchazo (hasta dos semanas), pero si la persona se ha vacunado en años anteriores volver a hacerlo 'despertara' el recuerdo en el sistema inmunológico de aquellos anticuerpos defensivos frente al patógeno de la gripe. Y quedan unas semanas de circulación del virus por delante en el calendario que ha estrenado 2025. «Es mejor vacunarse el 9 de enero que no hacerlo», aconseja el director del Centro Nacional de la Gripe.
Los datos que ofrece la Junta de Castilla y León con fecha de 6 de enero arrojan que se han administrado 653.058 dosis de vacuna frente a la gripe desde que empezara la campaña en las residencias de mayores y centros de personas con dependencia el pasado 1 de octubre. 66.781 de esas dosis se han puesto desde que la Consejería de Sanidad intensificó la campaña de vacunación en diciembre, abriéndola los fines de semana sin cita previa en los centros de atención continuada de capitales y cabeceras de comarca. Pero este último tirón se ha frenado en Navidad. De esas 66.781 dosis, solamente 4.376 corresponden a personas que se han animado a vacunarse a partir de Nochebuena.
En el caso de la covid-19, baja sensiblemente el nivel de vacunación respecto al de la gripe. El número de personas que se han puesto la dosis frente al coronavirus (SArS-CoV-2) en esta campaña 2024-2025 es, según el dato oficial que ofrece la Consejería de Sanidad, de 396.381 en Castilla y León a fecha de 3 de enero. En el caso de los mayores de 60 años, algo más de 4 de cada 10 (el 42,08%) se ha vacunado frente a la covid-19.
La vigilancia de los virus respiratorios se ha afinado tras la pandemia. El sistema se ha extendido a los casos que se ven en las consultas de Atención Primaria y en los hospitales y la dotación que hay de los métodos de diagnóstico virológico ha concretado que se especifiquen más la etiología de los cuadros respiratorios, que implica poner nombre al virus que están en circulación y provoca la enfermedad: gripe y dentro de esta el AH1, el AH2 o el B, VRS, SARS-CoV-2, adenovirus, parainfluenza, rinovirus...
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