Mañueco promete un Gobierno «de acción» y encaminado «a lograr el pleno empleo»
El aspirante a presidente de la Junta pide colaboración leal a Luis Tudanca en asuntos de comunidad y despacha las medidas de regeneración política en tres párrafos, en la penúltima página de su discurso
Alfonso Fernández Mañueco ha solicitado el apoyo a su investidura como presidente de la Junta comprometiendo un «gobierno de acción», de coalición entre PP y ... Ciudadanos, cuyo «esfuerzo se encaminará al pleno empleo».
El aspirante a continuar la saga de presidentes populares de Castilla y León iniciada en 1987 por José María Aznar recordó que cuenta con una «mayoría legítima» en el hemiciclo para ello. Los 29 escaños del PP y los 12 de Cs suman justamente 41 votos, la mitad más uno de un pleno con 81 procuradores.
«Quiero ser el presidente del diálogo, el presidente de la transformación que garantice el impulso definitivo que nuestra región necesita», ha manifestado el dirigente del PP, que ha avanzado que lo hará «con política liberales y de centro, que son las que funcionan y dan resultado».
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Esas políticas se plasman en el documento de cien medidas que cerró con Francisco Igea, líder de Cs y futuro vicepresidente de la Junta. La primera que ha citado Mañueco ante los procuradores e invitados al acto (entre ellos su esposa Fina Martín y sus dos hijas, Ana y María Loreto) ha sido la creación de un grupo de expertos independientes para elaborar un diagnóstico sobre la despoblación que aqueja a Castilla y León y también sobre el modelo de ordenación territorial y el nuevo mapa rural para distribuir servicios e infraestructuras. Salvo por esto último, es calcada a la comisión sobre la evolución de la población que alumbraron las Cortes en 2003, hace 16 años.
Mañueco ha anunciado una «política fiscal moderada, tendente a la reducción de cargas impositivas». Así ha definido la intención de bajar impuestos a través de la supresión de Donaciones y Sucesiones entre familiares (falta concretar el grado de parentesco) «por injusto» y deducciones y bonificaciones en el IRPF para residentes en municipios de menos de 5.000 habitantes y del Impuesto de Transmisiones en el traspaso de tierras para la actividad agraria.
El dirigente del PP ha comprometido una auditoría sobre las listas de espera sanitarias y no se cierra al rescate de la concesión del Hospital de Burgos «siempre que no suponga un coste adicional a las arcas de Castilla y León». Su discurso ha incluido una amplia batería de promesas: desde rebajar las tasas universitarias hasta situarlas entre las más baratas del país a garantizar la «libertad de elección» de centro educativo «entre públicos y concertados, de educación especial o ordinarios», pasando por la elaboración de una Estrategia contra la Pobreza Infantil o un Ley de Apoyo a las Familias. «A todas las opciones de familia», ha puntualizado
En su contrato-programa de investidura, Fernández Mañueco ha abierto una carpeta de asuntos pendientes con el Gobierno central: una financiación local para ayuntamientos y diputaciones, la reactivación de obras pendientes de autovías y tren de alta velocidad que «no sabemos por qué están ralentizadas o paralizadas» y una financiación autonómica con más recursos.
Ahí, para asuntos de comunidad, el popular ha requerido a Luis Tudanca colaboración «con lealtad a esta tierra y a las necesidades de nuestros paisanos». Una lealtad que Mañueco le ha reconocido a Francisco Igea, con quien cogobernará, en la negociación de ese pacto de Gobierno. El dirigente de la formación naranja será, previsiblemente, el consejero de Regeneración, además de vicepresidente y portavoz de la Junta.
Alfonso Fernández Mañueco dedicó a ese capítulo, el de la regeneración política, tres párrafos en la penúltima página de su discurso. Mencionó la supresión de los aforamientos que respaldarán desde el PP, a propuesta de Cs; mejorar en la Ley Electoral para reducir costes de campaña y mejorar la proporcionalidad, «siempre con el máximo consenso de esta Cámara» y una «mayor limitación de mandatos» y «reforzamiento de la transparencia». El dirigente del PP habló de «lucha contra el fraude», pero no mencionó la lucha contra la corrupción.
Alfonso Fernández Mañueco aseguró que liderará un «gobierno transformador», al tiempo que reconoció que inicia una nueva etapa, «y lo hacemos desde un buen punto de partida». El presidente del PP de Castilla y León sacó pecho con los servicios públicos, sobre todo con Educación y Dependencia, pero también con Sanidad.
Escucharon la intervención en el banco azul Juan Vicente Herrera y lo que queda de su Gobierno, que son cinco consejeros. El primer agradecimiento de Mañueco fue para quien le abrió la puerta, en 2001, de la política autonómica al entonces joven presidente de la Diputación de Salamanca. «Hemos hecho grandes cosas en Castilla y León y desde Castilla y León. Se ha puesto el listón muy algo», ha elogiado el futuro presidente, que ha despedido al saliente con un «te puedes ir con la cabeza bien alta».
Mañueco se ha definido como «un enamorado de esta tierra» y ha avanzado que se pondrá a la cabeza de un grupo de estudio de la Junta y los ganaderos para minimizar el impacto de las campañas de sanidad animal, que elaborará un Plan Estratégico de la Tauromaquia y que va a ser «un presidente que esté en la calle, con la gente, dando la cara, pero también donde se toman las decisiones, en Madrid y en Bruselas». Y que viene «a gobernar para todos».
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