Los lapsus de Bendodo en «Valladolid, Castilla La Mancha»
El coordinador general del PP nacional participó en la Junta Directiva Autonómica y arropó al presidente Alfonso Fernández Mañueco
«Castilla y Leóoooon». Fue más un rumor sordo, una corrección por lo bajini. «El presidente me invita a venir a menudo a Castilla ... La Mancha, a Valladolid en concreto», había empezado su discurso el coordinador general del PP, Elías Bendodo. De ahí la respuesta del auditorio, repleto como corresponde en la sede autonómica de los populares. «Castilla y León, perdón. En Castilla La Mancha gobernaremos también, ¿eh?», salió del apuro.
«Hace poco estuve aquí, en julio, ¿no?», creía recordar Bendodo. Pues igual no. Estuvo en febrero en León y en Astorga, y pasó por la misma sede que este martes, la de Valladolid, en octubre del año pasado, en otra cita idéntica, la Junta Directiva Autonómica del PP de Castilla y León. Desde entonces, Elías Bendodo ha pasado al menos -su cuenta de Twitter sirve como notario- por La Unión (Murcia), Barcelona, Badajoz, Elda, Hospitalet, San Sebastián de los Reyes, Zaragoza, Huesca, San Sebastián, Bilbao, Zumárraga… (Un poco de aire y sigue la lista), Ávila, Toledo, Bucarest, Oviedo, Santiago, León, Astorga, Casteldefells, Alcobendas, Albacete, Orense, Lorca, Logroño y Ciudad Real.
¿Agotador? Suménle que vive a caballo, o a tren de alta velocidad, entre Málaga y Madrid y que hay que añadir al listado al menos una docena de ciudades andaluzas. Que parece poca cosa porque juega en casa, hasta que caes en que de Málaga (su ciudad) a Almería hay 206 kilómetros. Como de Valladolid a Soria.
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Con este trajín, es inevitable que a Elías Bendodo, coordinador general del PP, se le vaya el oremus de cuando en cuando. No se le olvida, eso sí, 'cascar' a Óscar Puente, el hoy ministro y ayer alcalde, cada vez que pisa Valladolid. Acompañándolo de los elogios a su sucesor, Jesús Julio Carnero, «un amigo que ha traído el cambio a la ciudad», como es lógico. «Donde va Óscar Puente va la mala gestión, llega el caos. Sorprendentemente hoy el tren ha llegado puntual», dijo esta vez. Y celebró que por fin se pusiera término en Valladolid, tras las municipales, «a cuatro años de políticas sanchistas en esta ciudad», olvidando que el PSOE Óscar Puente y sus socios de Toma la Palabra han ostentado la Alcaldía ocho años. Ahí ya no se escuchó la corrección.
«El PP es un referente en Castilla y León», aseveró Bendodo, apelando al orgullo de un partido «con siete mil concejales», uno arriba o abajo. «Con 1.515 alcaldes», añadió. Ahí el listado oficial del Ministerio de Política Territorial le matizaría: salen 1.513. Pero tampoco un par de regidores alteran un mapa completamente azulón. Con los datos ministeriales, el PP tiene el 67,3042% de los alcaldes. Con los de Bendodo, el 67,3932%. Apenas una tibia y un fémur de alcalde más.
Más traiciona el asunto de las diputaciones. Presumía Bendodo de que entre esos ayuntamientos están capitales importantes o ciudades como Astorga. Y también «las ocho diputaciones provinciales, que se dice pronto». Ocho de nueve, claro. Una más que en Andalucía, su tierra. La novena, la única que se quedó en el tintero de los de Mañueco, fue la de León, que preside el PSOE.
Bendodo cogió el Ave de vuelta, se supone que sin problemas, como a la ida, porque nada dijo en sus redes sociales al respecto. Y añadió otra muesca, Valladolid, Castilla y León, a su ingente cuaderno de bitácora.
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