Igea ofrece replantear acuerdos regionales si Pedro Sánchez se apoya en Cs y el PP
El dirigente naranja incluye el de Castilla y León en ese «todo» que están dispuestos a sacrificar «por el país», pero a la vez rechaza la propuesta del socialista Luis Tudanca para «cambiar de rumbo»
El resultado del domingo y el pacto, ahora sí, entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, se llevaron por delante la sesión de control convocada para ayer tarde en las Cortes. Todas las preguntas, salvo las dos que los socialistas dirigieron a Francisco Igea y parte de la que el socialista Luis Tudanca hizo al presidente Alfonso Fernández Mañueco, en un debate arisco. Y lo más contundente lo dijo el dirigente de Cs en el pasillo, tras los debates. En el hemiciclo defendió mantener el rumbo de la Junta. Fuera abrió la puerta a replantear todos los acuerdos territoriales de España, también los de Castilla y León para que PSOE, PP y Cs conformen una opción de gobierno que encaje en la Constitución de 1978.
Dentro: «Nosotros cumplimos los pactos, pero unos pactos de verdad», respondió Francisco Igea a Virginia Barcones, viceportavoz socialista, en contraposición al documento firmado por Sánchez e Iglesias. De este dijo que lo podía haber redactado su sobrina nieta, por lo simple que era.
Barcones había invitado a Cs a «cambiar de rumbo o asumir las responsabilidades y marcharse», tras un escrutinio en el que «los vecinos de Castilla y León han juzgado su pacto, el pacto de la rapiña, les han evaluado y les han puesto un cero». A juicio de Barcones, Cs es el «primo pagafantas» de un PP «corrupto» y «trilero». La procuradora socialista echaba mano del desastre electoral de los naranjas que se levantaron el domingo con ocho diputados en Castilla y León y se acostaron sin ninguno. «No esperaba que trajera aquí el resultado del domingo. Puestos a interpretarlo, lo que han dicho los ciudadanos de Castilla y León es que no somos suficientemente de derechas», rebatió Francisco Igea, que resituó a los de Tudanca en la bancada opositora. Eso fue en el hemiciclo. «A este paso, el himno de Castilla y León, si siguen haciendo este tipo de oposición, va a acabar siendo 'Montañas Nevadas'», prosiguió el vicepresidente, que cargó así el crecimiento de Vox en la cuenta socialista.
Igea culminó su intervención augurando, con Mañueco sentado a su lado, que el pacto entre Sánchez e Iglesias lo van a sentir, para mal, los castellanos y leoneses en menos de seis meses. «Veremos cómo sale la Ley de Financiación cuando se subaste entre Compromís, Teruel Existe y Cantabria», apuntó el vicepresidente de la Junta. fue su última palabra dentro del hemiciclo. En pasillos anunció que Cs «está dispuesto a todo» con tal de que ese pacto de Sánchez e Iglesias no fragüe y se sustituya por una alianza constitucionalista entre PSOE, PP y Cs.
Afirmó que estaban en disposición de renunciar a todo su poder territorial «para sacar al país del hoyo». ¿Incluso al Gobierno en Andalucía? ¿Incluso al Gobierno en Castilla y León? «Entra todo», respondió Igea, que añadió que Cs «no tiene ninguna otra ambición que conseguir que este país no se vaya por el sumidero». Cualquier cosa para que no cuaje un acuerdo con los «bolivarianos», que necesita en la suma a los independentistas y los nacionalistas.
También Barcones analizó el acuerdo estatal y defendió que el PSOE de Castilla y León apoya el desbloqueo del Gobierno de España como algo que pidió el electorado el domingo pasado. ¿Y no lo había pedido el 28 de abril? Tiró de argumentario en la respuesta: «No hay que mirar atrás, miramos al frente».
En la sombra quedó el duelo dialéctico de Tudanca y Mañueco. El primero le dijo al popular que no tiene palabra como gobernante y este instó a los socialistas «una vez más, a que se incorporen a esta legislatura como lo que son, oposición, y que la hagan todo lo dura que quieran, pero constructiva». Con Igea, a su lado.