«El Gobierno central está condenando a España a la dependencia energética»
Juan García-Gallardo, vicepresidente de la Junta de Castilla y León, en la clausura deI Congreso ENIOA, que ha analizado el potencial de las energías renovables en España y en Castilla y León
El I Congreso Internacional de Energía Nuclear en la Industria y Otras Alternativas llevó ayer el debate alrededor de las energías limpias en positivo al marco del conocimiento, a partir de la participación de un plantel de expertos ponentes que defendieron la necesidad de promover un mix energético aprovechando las capacidades del territorio español y, concretamente, del castellano y leonés. Juan García-Gallardo, vicepresidente de la Junta de Castilla y León, definió como «fundamental» esta promoción, demandando «que se tenga en cuenta la energía nuclear, en su estado de avance a nivel de tecnología, y el resto de fuentes de producción» en las que destaca nuestra región, como es el caso de la energía eólica, en la que es líder y referencia a nivel nacional desde hace 25 años.
Esta apuesta, como recalcó el vicepresidente, se alinea con la comunitaria, dado que la Unión Europea «está promocionando la energía nuclear como una energía barata, segura, abundante y asequible para la industria», frente a la posición del Gobierno central, «que se ha erigido en enemigo de esta tecnología». «Pedimos que la política energética se defina por criterios de tecnología, de ingeniería y de estado de avance de la ciencia, y no por los prejuicios ideológicos de ningún ministro ni de ningún partido político que puedan determinarla», demandó, denunciando «la falsa conciencia verde del Gobierno central» y pidiendo «que no se impida el desarrollo de la energía nuclear», tal y como ha sucedido con la decisión de desmantelar la central de Santa María de Garoña, en Burgos. «Nosotros consideramos que es una central segura y que esa decisión se tenía que haber revisado. Si algún día depende de nosotros, y si sigue manteniendo el estado de la ciencia que conocemos actualmente, promoveremos la energía nuclear», advirtió García-Gallardo.
«Deberíamos seguir lo que están haciendo el resto de países del mundo civilizado con la energía nuclear»
Juan García-Gallardo
Vicepresidente de la Junta de Castilla y León
No en vano, en tanto en cuanto la COP28 demanda triplicar la potencia de las energías renovables, la Junta de Castilla y León considera que «las energías renovables deben jugar el papel que ya tienen en lugares como Castilla y León, donde producimos más de la mitad de la energía renovable que se produce en toda España», teniendo en cuenta que la dependencia de fuentes de producción de un abastecimiento variable, como son el sol y el viento, hace que sea «necesario encontrar otras fuentes de producción que cuenten con una fuente segura de abastecimiento» que puedan servir como fuentes de respaldo, como podría ser la energía nuclear. «Deberíamos seguir lo que están haciendo el resto de países de mundo civilizado y desarrollar nuestra potencia nuclear, como vemos que están haciendo nuestros socios comunitarios», apeló el mandatario.
El apoyo de la Junta
Con la decisión adoptada en el Plan Nacional Integral de Energía y Clima, que «aparca la energía nuclear» y en virtud de la cual el cierre de las siete plantas abiertas en nuestro país comenzará en 2027, en palabras de Juan García-Gallardo, el Gobierno central está «condenando a España a la dependencia energética de otros países que no son necesariamente nuestros socios estratégicos». «El coste de la energía es un factor de competitividad esencial para cualquier industria, y en Castilla y León, donde tenemos una industria tan potente, es una cuestión esencial para nuestro desarrollo económico y para nuestra prosperidad», ponderó.
Asimismo, insistió en la necesidad de apostar «por una soberanía energética y por asegurar nuestras cadenas de suministro», dado que, en la situación actual, nuestro país se encuentra «a la cola de Europa en independencia energética», a pesar de contar con posibilidades de producción como esas centrales nucleares que siguen aún operativas, que generan más del 20% de la energía producida en España. «El camino de la Unión Europea está siendo el de la prudencia, la serenidad y el acierto, mientras que el Gobierno de España no ha aprovechado el semestre de Presidencia Europea para hacer ningún cambio relevante. Nosotros, desde la Junta, vamos a seguir poniendo los intereses de los castellanos y leoneses y de su industria por delante y vamos a defender lo que es correcto para la prosperidad de nuestra tierra», concluyó el vicepresidente.
Jesús Jiménez: «Seguiremos apoyando el desarrollo de estas energías»
Jesús Jiménez Miguel, director general de Industria, inauguró el I Congreso ENIOA reivindicando su interés con base en la inmersión «profunda y exhaustiva» que supuso en energías que jugarán «un papel fundamental para alcanzar la modernidad y la competitividad» que demanda la política industrial de la Unión Europea en pos de un crecimiento sostenible. «El 12 de diciembre el Parlamento Europeo aprobó una resolución en la que se insta a los países miembro a, al menos, duplicar su producción de energía para la refrigeración, la calefacción y el transporte», explicó Jiménez.
Las emisiones de carbono obligan a garantizar «nuevas condiciones marco», proponiendo que ciertas actividades de generación energética sean consideradas «de transición para contribuir a mitigar el cambio climático» y, en este sentido, la postura de la Consejería de Industria, Comercio y Empleo de la Junta de Castilla y León «ha sido, es y será defender los intereses de la industria y del sector energético».
Estas energías cuentan con la garantía de competitividad y de potencia y de ser utilizadas sustituyendo energías fósiles, tal y como pretende la Unión Europea. En ese camino está, dado que, como resaltó, ha instado a los estados miembro «a la investigación y al desarrollo, además de a la formación y de financiarse con sus fondos para desarrollar las tecnologías necesarias para contribuir a la calefacción y refrigeración urbanas, a la desalinización del agua y a otras fuentes de estímulo para su crecimiento económico».
Hablando de energía nuclear, Jiménez recordó que «todas las asociaciones de energía y los diecisiete expertos de la Real Academia de Energía son favorables a la ampliación de la vida» de las centrales, que contrasta con los planes de cierre y desmantelamiento de las centrales españolas. «Mientras el Gobierno central y sus socios han votado en contra de estas energías, el PP y Vox, integrantes del Gobierno de la Junta de Castilla y León, seguiremos apoyando todas las medidas que favorezcan el desarrollo de energías que contribuyan a una mayor independencia energética y que favorezcan la igualdad. Esta Consejería está a vuestra disposición», garantizó el director de Industria a los expertos presentes en la sala.
La seguridad y la sostenibilidad de la energía nuclear
La energía nuclear cuenta con un detractores «que lo son, a veces, por desconocimiento», como trató el primer bloque de ponencias y la primera de las mesas redondas del Congreso ENIOA. Por mor de los accidentes de Chernóbil y de Fukushima, esta energía está peor vista entre la población que por los estamentos políticos, puesto que un total de 178 países forman parte del Organismo Internacional de Energía Atómica, que han llegado al consenso global de los principios fundamentales de seguridad de esta energía. Es por ello, «porque el mundo ha optado por la energía nuclear de forma masiva», que Ignacio Araluce, presidente del Foro Nuclear, considera que el futuro que le aguarda a esta energía «es brillante, aunque estemos todo el día hablando de tontunas» como definió la falta de información que existe en esta materia.
José Antonio Gago Badenas, quien fuera presidente de la Sociedad Española Nuclear, compartió mesa redonda con Araluce y coincidió en que «va a tener un desarrollo potente, porque tenemos la necesidad de mitigar el calentamiento global y hay un montón de países que quieren tener el sello nuclear», aunque fue más pesimista respecto a nuestro país, donde «se ciernen nubarrones» frente al caso paradigmático de Polonia, que ha apostado por la energía nuclear a la hora de modificar su mix energético.
No en vano, esa situación que se da en España viene determinada por una realidad que atestiguó Fabien Berrier, fundador y CEO de FAB.e, empresa especializada en el desarrollo comercial, formación e ingeniería para empresas españolas. «El eslabón más débil es el político siempre, porque las políticas que se relacionan con esta energía requieren de una visión a largo plazo y de pactos de Estado», considera, además del combate del miedo «con conocimiento», algo que, como certificó Andrea Íñiguez, graduada en Ingeniería Mecánica, viene dándose «desde hace cinco o seis años, intentando llegar a la famosa generación Z», que, en palabras de Berrier, «será la que tenga que lidiar con el CO2 la gran parte de su vida» y es, por ello, con la que mayor labor didáctica se viene haciendo de cara a una mayor comprensión de la seguridad y sostenibilidad que ofrece esta energía.
La competitividad de Castilla y León en materia energética
Las capacidades de Castilla y León para producir energía están fuera de toda duda, por ejemplo, si nos atenemos a que nuestra región es un referente nacional inequívoco en la producción de energía eólica, como destacó en la segunda mesa redonda del I Congreso ENIOA Eugenio García Tejerina, secretario general de Apecyl. «Esto nos procura soberanía e independencia energética y generar riqueza aquí», valoró el experto, que definió la nacional como «una industria eólica relevante».
En materia de energías fotovoltaicas está versada Cristina Torres-Quevedo, directora de Regulación y Financiera de UNEF (Asociación Fotovoltauca Española) y otra de las intervinientes en la jornada, que destacó la utilización de recursos propios para desarrollar esta energía que, «no es un buen escaso, pero tampoco ilimitado», dado que «Red Eléctrica saca cualificaciones cada cinco años».
Con todo, algunas de estas tecnologías de energías renovables pueden significar oportunidades en varios ámbitos, caso de la biomasa, que «aprovecha lo mal llamado residuos como subproductos, como lo hace con puntas, ramas o cortezas de árboles», como significó Elías Hernández, gerente de ENSO-Energy Enviroment & Sustainability. Como resaltó, esto permite ofrecer una garantía de limpieza de los montes «y darle una salida a personas que puedan vivir a través de estas industrias», una posibilidad de asentamiento que ofrecen las energías renovables allí donde se ubican sus industrias. «Al final, estamos ayudando a evitar incendios, a combatir la despoblación y a generar economía», resumió Hernández como uno de los argumentos de peso en favor de la biomasa. Por su parte, Javier Robador, gerente de la Asociación Castellano y Leonesa del Hidrógeno, destacó la industria aeronáutica y el transporte marítimo como aquellas que están apostando más por el hidrógeno, ya que «al ser un combustible muy liviano, tiene mayor capacidad donde el peso penalice la actividad», como sucede en estos casos. Con todo, frente a las dudas surgidas en el público, que participó de un animoso debate, reconoció la posibilidad de que el hidrógeno acabe siendo una tecnología extendida a la automoción o en la red capilar urbana.