El escaño 82: 'PP y Vox en la Junta: Vidas separadas'
Los medios serios no pueden contar que Vox ha aprobado ese cheque bebé porque no se corresponde con la realidad, salvo que esta se torsione a beneficio propio, del partido
El Gobierno de coalición de PP y Vox avanza por una senda en la que a Alfonso Fernández Mañueco y a Juan García-Gallardo se ... les nota cómodos haciendo vidas separadas, con agendas paralelas. La del presidente y la del presidente bis de la parte de Vox. La máxima de 'una coalición con dos gobiernos' ha guiado desde el primer día la alianza de PP y Vox en Castilla y León, pero ese vivir en paralelo ha ganado intensidad tras el encontronazo por el protocolo de medidas antiabortistas. Aquel casamiento sin amor de 2019 entre PP y Cs, en el que fue creciendo el cariño entre Igea y Mañueco (más franco y más bisoño, creo, del primero hacia el segundo) hasta acabar en una parodia agria de la guerra de los Rose, se convierte en el caso de Vox en un matrimonio de conveniencia a la usanza tradicional. Los integrantes mantienen la apariencia de una convivencia de orden y decoro, pero hacen vida por separado siempre que pueden.
García-Gallardo ha presidido esta semana la presentación en Burgos del «primer valle de innovación, no solo de España, sino de toda la Unión Europea». El acto cuajó en consideraciones generales sobre una iniciativa para aspirar a fondos de «la nueva agenda de innovación europea». Dejó la foto del mini Gobierno de la parte Vox, García-Gallardo rodeado de los consejeros Veganzones, Dueñas y Santonja. Con algún alto cargo más y asesores. Nadie del PP.
Los consejeros populares han estado volcados estos días en la difusión del cheque bebé para intentar rentabilizar la puesta en marcha de un Bono Nacimiento que desde Vox han intentado escriturar a su nombre. «Lo que no te contarán los medios: VOX aprueba un Bono Nacimiento de hasta 2.500 euros por hijo en Castilla y León. Nuestro compromiso con la familia es inquebrantable. VOX Cumple». Es el mensaje en redes sociales del partido, compartido y difundido por el grupo parlamentario de las Cortes que encabeza Juan García-Gallardo.
Y tienen razón. Los medios serios no pueden contar que Vox ha aprobado ese cheque bebé, porque no se corresponde con la realidad, salvo que esta se torsione a beneficio propio, del partido. Es una medida institucional, de la Junta en todo caso, e impulsada, para atenerse a la verdad, por la parte popular del Gobierno. Una iniciativa, por otro lado, de titular contundente que escondía letra pequeña. Se presentó a bombo y platillo como compatible con el resto de apoyos y durante días no hubo claridad para explicar que en realidad es incompatible con la desgravación autonómica en el IRPF por nacimiento o adopción y que hay familias a las que puede interesar hacer números.
Pero al margen de su diseño, ese cheque bebé fue la promesa estrella de Alfonso Fernández Mañueco en la campaña electoral de hace un año y lo pone en marcha la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, del PP. Se ha fraguado en el compartimento estanco popular de la Junta. Hasta el punto de que a representantes de asociaciones de comerciantes les ha resultado llamativa la 'ausencia' de la Consejería de Industria, Comercio y Empleo en una iniciativa que persigue un impacto en el sector al orientarse como un bono comercial, vía tarjeta prepago. Esa consejería está en manos de Vox.
Confianzas entre asociados, ninguna, con unas elecciones municipales rodando, unas generales en ciernes, unas autonómicas que no son descartables, Feijóo marcando distancias con Abascal y este haciendo valer el altavoz de haber logrado cogobernar en Castilla y León uncido al PP de Mañueco con el 2x1 de mandar en las Cortes, pese a que los populares partían como grupo mayoritario (a diferencia de 2019 con Cs) y podían haber presidido la Cámara. Y así discurre la agenda del Gobierno autonómico, en paralelo.
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