«Todos los ERTE de Castilla y León están revisados y una gran mayoría de los 150.000 afectados van a cobrar en mayo»

–Más de la mitad de las empresas dan por sentado que se verán obligadas a prescindir de una parte de sus trabajadores, ¿qué puede y qué va a hacer la Junta para evitarlo?

–Tenemos un plan de choque pactado con el Diálogo Social para mitigar una crisis que es de oferta y de demanda. Tenemos que mantener nuestro tejido productivo porque así se mantiene el trabajo. Pero necesitamos fondos extraordinarios.

–¿Las recetas serán comunes en toda España?

–Castilla y León tiene muchas particularidades, por el tamaño de sus empresas, su sector agroalimentario o las necesidades específicas de liquidez de autónomos y empresarios. Tenemos hasta 18 medidas con ayudas directas a fondo perdido. No son meros avales, sino a fondo perdido. El plan es novedoso e integral e incluye medidas de protección social a los más desamparados.

–Las empresas suelen quejarse, en condiciones normales, de los problemas para cobrar las ayudas, ¿ahora va a ser peor?

–Estamos intentando que todo sea más sencillo y por eso lo hemos elevado a decreto ley. Para sacarlo de la concurrencia competitiva y llevarlo a la concesión directa, con un cumplimiento más fácil de los requisitos. La crisis es extraordinaria y precisa medidas extraordinarias, pero las herramientas de que disponemos son las ordinarias. Tratamos de adaptarnos a todo esto, como al hecho de que los registros públicos estén cerrados.

–Los sindicatos CC OO y UGT han expresado su enfado por que medidas y ayudas acordadas en el Diálogo Social se eternizan a la hora de ser puestas en marcha, ¿tienen razón?

–Hemos tenido Semana Santa en medio y hemos estado trabajando. La cantidad de ERTES ha sido ingente. El Gobierno ha aprobado ocho reales decretos, con múltiples normas y sucesivos cambios. Todo ha habido que adaptarlo a la nueva situación. Hay trámites administrativos, jurídicos, el paso por la Dirección General de Presupuestos. Nuestras ayudas para ERTES son complementarias y mientras el Estado no resuelva y los pague, no podemos poner nuestra parte. Todo va a estar en breve.

–Después del aluvión de ERTES de marzo, ¿de qué depende que los 180.000 trabajadores en suspensión de empleo reciban la prestación en mayo?

–El trabajo está siendo arduo y coordinado. La relación con la Inspección de Trabajo y el SEPE es muy buena. Nosotros tuvimos un tsunami hace dos semanas, trabajamos 18 horas, sábados y domingos. Teletrabajando. Con gente con síntomas que cayó de baja. El trabajo de los funcionarios ha sido excepcional. Ahora que tenemos resueltos casi todos los ERTES, la ola llega al SEPE. Tienen entre 150.000 y 180.000 trabajadores que tramitar, porque hay algunas duplicidades. Si hay algún error en un solo número de cuenta de cotización, DNI o cuenta bancaria, el sistema lo rechaza. El tsunami está ahora en el SEPE.

–¿Cuántos cree que podrán cobrar en mayo?

–De Castilla y León, en mayo, va a cobrar una gran mayoría. En otras comunidades habrá más dificultades. Le he pedido a la ministra que se abran ventanas de pago cada cinco días porque la gente no puede esperar para cobrar.

–¿Es realista pensar en una prórroga de los ERTES durante varios meses después de que finalice el estado de alarma?

–Es súper necesario. Tiene que hacerse. Si dejamos que sectores como la hostelería y el comercio abran sin clientes se pueden ir muchas empresas a la quiebra. Va a ser necesario afrontar mucho gasto porque si una empresa cierra, cierra su cadena de valor, su saber hacer, se van muchos trabajadores a la calle. No podemos permitirnos no hacer un esfuerzo, por grande que sea, durante dos o tres meses más. Los empresarios son responsables, los trabajadores también, y hay que reinventarse.

–La ministra de Trabajo ya ha advertido de que revisarán todos los ERTE y los indebidos serán revertidos. ¿Pueden estar tranquilas las empresas de la comunidad en este sentido o existen riesgos de que tengan que devolver dinero?

–Pueden estar muy tranquilas. El riesgo está en el silencio administrativo. Nosotros hemos resuelto y dado garantía jurídica. En Castilla y León no va a venir Paco con la rebaja;estoy seguro de que hemos evitado muchos cierres de empresas por esta razón.

–Los riesgos laborales tienen ahora un nuevo perfil, ¿habrá nuevo aluvión, esta vez de denuncias, por incumplimientos?

–Las empresas necesitan equipos de protección. Hemos pedido al Gobierno compras centralizadas, pero también hemos comprado desde la administración de Castilla y León para suministrarlos. Las empresas los necesitan, al igual que los test de diagnóstico. También tenemos ayudas para quienes quieran comprarlos por su cuenta.

–Hay empresas que quieren abrir y no pueden por no tenerlos.

–Que se pongan en contacto con nosotros. Estamos coordinando todo lo que se refiere a máscaras, guantes, hidrogeles... Lo primero es la salud y hay que trabajar con seguridad. Tienen, además, que planificar las distancias entre personas, las entradas y salidas... Hay que seguir escrupulosamente los criterios de la autoridad sanitaria.

–Ha pedido alGobierno ampliar las ayudas a los autónomos por caída de actividad, ¿contempla la Junta aportar algo?

–Condicionar la ayuda a una caída del 75% es algo abismal. Al 50% debería contemplarse porque ya entonces no se pueden soportar los costes fijos. Así no se van a poder mantener. Nosotros hemos hecho un paquete integral para los autónomos, con extensiones de seis meses en la tarifa plana, ayudas al reinicio de actividad, líneas de segunda oportunidad, para potenciar la venta 'on-line'... También hemos sacado vías de financiación para circulante o préstamos sin intereses. Castilla y León cuenta con seis líneas en función de los costes y de lo mal que lo estén pasando

–¿Aplazamientos de impuestos o mantenimiento para hacer frente a las medidas sociales?

–Somos tan partidarios de aplazamientos que en Castilla y León ya hemos aplazado el cobro de 77 millones de euros en impuestos.

–¿No queda otra que hipotecar el futuro para salvar el presente?

–Necesitamos gastos extraordinarios en el presente para salvar el futuro. Tenemos que hacer un esfuerzo entre todos. Buscar el consenso de todas las administraciones. Por ejemplo, el Gobierno tiene que dejar a los ayuntamientos gastar su superávit. Las administraciones nos tenemos que endeudar mucho más porque no queda otra que aplazar impuestos y financiar a los que lo están pasando mal. Tenemos que poner toda la carne en el asador para que el futuro no sea mucho peor de lo que puede llegar a ser.

–¿Les ha pedido opinión o consejo el Gobierno para elaborar el ingreso mínimo vital? ¿Qué opinión le merece la iniciativa?

–Que yo sepa, no. Ya Familia creo que tampoco. Castilla y León fue la primera o segunda comunidad en tenerlo, con el germen de lo que después sería la renta garantizada de ciudadanía, al igual que muchos otros subsidios para despedidos, parados de larga duración... Me sorprende que diga el ministro que sus ayudas serán complementarias a las nuestras. Serán sustitutivas. No puede ser que el Ministerio se ahorre el pago del subsidio donde ya lo tenemos. Si lo activa en toda España, deberá sufragar también el nuestro.

–Si tuviera que ponerle una nota a las medidas del Gobierno...

–Prefiero no poner notas. La situación es difícil para todos, para ellos y para nosotros. Pero sí le he dicho a la ministra que tenemos que hablar más. Las comunidades tenemos experiencia de gestión y hemos demostrado eficacia en la gestión de servicios esenciales. Y en las políticas de empleo. Por eso no me gusta que me quiten los 80 millones de formación o los 142 millones de IVA que son de los cotizantes de Castilla y León. Necesitamos fondos extraordinarios, por la vía del déficit, de la mutualización de la deuda europea o del mecanismo que sea. Pero en circunstancias extraordinarias necesitamos fondos extraordinarios. No vale con que nos adelanten entregas a cuenta. Eso es ordinario. Yen mayo, ni eso. Los gastos son desorbitados. Parar la catástrofe sanitaria y empresarial costará mucho dinero. La respuesta de las administraciones ha de ser conjunta y debe demostrar contundencia, compromiso y solidaridad.

–La UE ya empieza a hablar de 'plan Marshall' pero no de cantidades ni del modelo para la inyección de fondos, ¿cuál sería el más apropiado para nosotros?

–La cohesión social es nuestro activo más precioso. Solo una acción global puede evitar el desastre que se avecina. Se dio tras la IIGuerra Mundial y ahora es la oportunidad de los Estados Unidos de Europa. Hace falta una respuesta fiscal conjunta, más allá de los instrumentos del MEDE;un presupuesto de choque y un gran plan de inversiones. No hay Norte sin Sur. Rotterdam es el mayor puerto de Europa, pero sin Europa no sería más que un embarcadero.

–¿Habrá en este crisis oportunidades de negocio en la industria?

–Hay que reinventarse y nosotros somos un pueblo de gente seria e inteligente. No lo digo yo, lo dicen los informes PISA. Igual que en un mes hemos logrado ser autosuficientes en algunos equipos de protección, la industria sabrá adaptarse. El turismo interior es un gran nicho de negocio de cara futuro, ya que ofrece seguridad y calidad. Irá al alza sobre el de playa.

–El miedo en la vuelta a la normalidad, ¿puede ser la puntilla para el comercio de proximidad?

–Es sorprendente el número de comercios que han empezado a vender a domicilio. Creamos un directorio y hay casi 1.400 en una semana. No necesitan ni web, basta con un móvil. El teléfono del comercio que conoces de toda la vida puede servir hasta para competir con las grandes cadenas. Es una vía de futuro porque es simple y lo simple funciona de maravilla.