Castilla y León

Educación pondrá monitores en los colegios para facilitar la conciliación en septiembre

La primera es que en el proceso de fijación del calendario escolar para el curso 2025/2026 se tengan en cuenta de forma prioritaria criterios pedagógicos y educativos, así como lo dispuesto en el artículo 8 de la Orden EDU/385/2017, del 22 de mayo. Este punto establece la obligatoriedad de que en los centros educativos rija, durante el mes de septiembre, la jornada escolar continua en la misma duración horaria que de octubre a mayo, sin modificar el cómputo de horas lectivas diarias, mientras que en junio se haga una jornada continua de cuatro horas, en horario matinal. En resumen, que solo se reduzca el horario escolar en el último mes del curso. Un aspecto que este 9 de abril se confirmó no se iba a contemplar, al reducirse también la jornada en el primer mes.

No obstante, la resolución del departamento que dirige Tomás Quintana también incluye que si el calendario para el próximo curso contempla la reducción de las actividades lectivas en los meses de junio y también de septiembre, «deben ser habilitadas las medidas que faciliten la conciliación de la vida familiar y laboral para todas las familias que lo precisen». Con el anuncio de la negociación del calendario escolar, Educación confirmó que la Junta «se ha comprometido a encargarse de la atención de los escolares que no acudan al comedor durante esa hora lectiva de menos». Algo que se realizará desde el próximo curso con monitores, como han confirmado fuentes de la consejería.

El texto del Procurador es una segunda vuelta a otra resolución ya publicada a finales del mes de agosto de 2024 y donde ya se pedían estas mismas medidas de conciliación para el presente curso -que no se pudieron aplicar por la cercanía del inicio de las clases-, así como que para el 2025/2026 se contemplara solo la reducción horaria en junio. Y si se hace, «fundamentándose en su caso en criterios con sustento pedagógico y educativo». Esta reducción de la jornada en septiembre se realiza desde 2021, en un primer momento acordada debido a la situación extraordinaria causada por la pandemia del coronavirus.

Sobre esta primera resolución, el departamento de Tomás Quintana alega en la nueva que se consideró que «fue aceptada -la reducción solo en junio- a través de la respuesta dada mediante escrito fechado el 9 de octubre de 2024». «Para la elaboración del próximo calendario se analizará la conveniencia, desde el punto de vista pedagógico y organizativo, de mantener la jornada escolar reducida en el mes de septiembre», respondió la administración según recoge la resolución, que añade que «en ningún momento se descartó, de forma expresa, dar cumplimiento a la orden EDU/385/2017».

«La jornada lectiva reducida en el mes de septiembre no disminuye los días de clase ni el compromiso educativo del centro, ajusta el horario durante un mes excepcional por razones pedagógicas, organizativas del trabajo administrativo del profesorado y de acompañamiento y conocimiento al alumnado. También en junio se realiza la reducción sin que ello genere controversia», defienden desde Educación en el propio texto del Procurador del Común.

Además, recoge el texto las argumentaciones de la consejería en lo referido a los criterios pedagógicos y educativos que propicia mantener la jornada más corta en septiembre. «Desde una perspectiva pedagógica y del desarrollo del alumnado de Infantil y Primaria, septiembre es un mes de adaptación progresiva a la rutina escolar. Obligar a los menores a cumplir una jornada completa desde el primer día tras más de dos meses sin actividad lectiva formal supone una exigencia desproporcionada, especialmente para los alumnos de menor edad. La jornada reducida facilita una reincorporación más amable, respetuosa con sus ritmos y eficaz a largo plazo, al favorecer la motivación, la atención y la disposición hacia el aprendizaje».

Y añaden. «No implica una pérdida educativa, sino una redistribución racional del tiempo. Las horas se concentran en el tramo horario de mayor rendimiento cognitivo, que según múltiples estudios, coincide con las horas de la mañana. Además, el equipo docente puede destinar tiempo adicional a tareas esenciales para el desarrollo del curso. Este desarrollo permite el mayor rendimiento académico como se desprende de las diferentes evaluaciones externas realizadas, tales como PISA, TIMSS o PIRLS», defienden desde Educación.

Sobre la reducción del calendario, eran las familias de la comunidad las más críticas con la medida, e insistieron, justo un día antes del anuncio del próximo calendario, en pedir que solo se redujera en junio. «Los representantes de las familias argumentan problemas de conciliación de la vida laboral y familiar y esto ya se soluciona en la presente propuesta de calendario. Así en el próximo curso escolar, la Consejería de Educación va a establecer un programa para atender al alumnado que no acuda al comedor en la hora lectiva que se reduce», recoge el texto del Procurador del Común.

Por el momento, los monitores llegarán a las aulas en el primer mes del próximo curso, donde realizarán labores de vigilancia de los escolares durante esa hora, momento en que los alumnos podrán aprovechar para jugar, hacer tareas, estudiar o adelantar deberes.