Carnero confía la gestión del personal de la Junta a la «experiencia» de Francisco Raedo
El nuevo director general de Función Pública es un funcionario con 32 años de trabajo en la Administración y ha estado al frente de la escuela que actualiza la formación de los empleados públicos de la comunidad
Las tomas de posesión de los altos cargos de la Junta suelen pecar de formalismo, pero en la del nuevo director general de Función Pública se ha abierto camino la emotividad. Una cerrada y prolongada ovación de los alrededor de 200 asistentes al acto, muchos de ellos funcionarios de a pie, han emocionado a Francisco Raedo Aparicio, que ha tomado el relevo de Paloma Rivero al frente de las políticas de personal de la Junta de Castilla y León.
Jesús Julio Carnero, consejero de la Presidencia, encomienda la gestión de los recursos humanos de la primera empresa de la comunidad en volumen de plantilla, que abona más de 90.000 nóminas mensuales, a una persona que tiene un conocimiento enciclopédico de la Administración autonómica y de la normativa que rige el día a día de los empleados públicos. «Un histórico de esta consejería», en definición del consejero, al que recordó la doble vertiente de un departamento que debe ocuparse de «atender los derechos de todos los empleados públicos» y de dar servicio al resto de las consejerías de la Junta. «Estuve aquí hace muchos años (como funcionario) y ya me encontré con Paco», confesó Jesús Julio Carnero.
Raedo es licenciado en Derecho (de la misma promoción que el consejero de la Presidencia) y funcionario del Cuerpo Superior de la Administración con 32 años de servicio. El nuevo director general era hasta este momento el director de la Escuela de Administración Pública de Castilla y León (Eclap), que es el órgano que actualiza la formación de los empleados de la Junta. La Eclap celebrará el próximo martes su veinte aniversario. Ha sido formador en materias como procedimiento administrativo, recursos humanos en las administraciones públicas, incompatibilidades, gestión de la calidad, información y atención al ciudadano, Estatuto Básico del Empleado Público y transparencia administrativa. «Sé que conoce perfectamente la materia», ha resaltado Carnero.
El consejero ha agradecido a la directora saliente, a la que tocó gestionar la organización del personal autonómico en la pandemia, la labor desarrollada y ha defendido que hay que hacer una lectura de «sentido de normalidad» en el relevo. Francisco Javier Raedo toma las riendas de una Dirección General que tiene avanzados un anteproyecto de ley de Función Pública y otro para reorganizar los cuerpos y escalas de la plantilla, además de la negociación del convenio colectivo para el personal laboral de la Junta. Carnero encomendará a Francisco Raedo un proyecto atascado desde el último Gobierno de Juan Vicente Herrera, con una enorme litigiosidad y numerosas sentencias en contra: las relaciones de puestos de trabajo o RPT. Son, en la práctica, el esqueleto de las plantillas de personal de cada consejería y un instrumento básico para adaptar los recursos humanos a las nuevas necesidades de servicio. Claves para eliminar o reducir puestos con tareas que han quedado rebasadas por el avance de la tecnología (no se necesitan los mismo auxiliares administrativos que en los años 80 cuando se trabajaba con máquina de escribir, por ejemplo) e incluir otros que están en plena vigencia y de los que hay déficit.