Aumentan los casos de sarna y su resistencia a los tratamientos
La Atención Primaria teme que se escape al control médico población rural como los temporeros que no acuden al centro de salud en Castilla y León
Es común a toda España, incluso a Europa, y Castilla y León no se escapa. Aumentan considerablemente tanto los brotes como las casos más aislados ... de sarna. Lo hacen desde 2014, pero sobre todo desde la pandemia. Según los datos del Ministerio de Sanidad, de los 3,3 diagnósticos al año por cada 10.000 personas que había en 2011 ya se ha pasado a 23 en 2021. No hay todavía datos nacionales del cerrado 2022.
La frecuentación en las consultas de los centros de salud en Castilla y León por esta razón no se contabiliza. Sacyl destaca que «al no ser una enfermedad de declaración obligatoria, solo los brotes se registran». Aun así un repaso por diferentes médicos de Familia sí constata, aunque difícil de cuantificar, «un considerable incremento de las consultas por esta causa». Coinciden en señalar que mientras hace unos años era totalmente anecdótico, actualmente se ven todos los meses, a veces todas las semanas.
Más cuantificable es la evolución de los brotes en la comunidad. Mientras en 2014 hubo uno con cuatro afectados, en 2022 se constataron ocho con 26 contagiados y en 2021 seis con 31. Los demás años se mueven en general entre uno o dos focos, con unos seis u ocho afectados; ya más alto en 2019 con cuatro brotes y 23 enfermos y con, incluso, dos hospitalizaciones. Son sólo acumulaciones de casos coincidentes en espacio y tiempo los que se comunican y registran en Salud Pública, pero muestran la tendencia de una mayor circulación de la escabiosis, una infestación cutánea contagiosa causada por el ácaro Sarcoptes scabiei variedad hominis. La mayoría de estos brotes son de residencias de estudiantes y de instalaciones cerradas de ancianos aunque también los hay familiares.
El incremento del problema es tal que ha llevado a médicos y farmacéuticos de este primer nivel asistencial a diseñar una guía de consenso sobre el diagnóstico y tratamiento de esta afección en este mismo año 2023.
La SEMERGEN , de médicos de Primaria y la SEFAC, de farmacia, analizan necesidades, diagnóstico y tratamiento.
Destaca Isabel Gutiérrez Pérez, presidenta de la SocalemFYC (Sociedad Castellano y Leonesa de Medicina Familiar y Comunitaria), que «el hacinamiento facilita el contacto de las personas, piel con piel, y nuestra población tiene especial riesgo porque tenemos muchos temporeros que viven juntos y con pocos medios». Sin embargo, «en las consultas no tenemos la sensación de haber visto muchos de estos casos, en las zonas rurales, probablemente porque son pacientes que, en su mayoría, no tienen Seguridad Social o porque no van al centro de salud, por lo que no hay forma de hacer un seguimiento a los contactos».
Médicos y farmacéuticos diseñan una nueva guía para afrontar esta infestación cutánea causada por un ácaro
Además, apunta esta médico de Familia portavoz de la especialidad, «hemos detectado que hay más resistencias al tratamiento sin duda. Hay que insistir en tratar a todos los contactos piel con piel y también la ropa y en emplear diferentes pautas de las infecciones rebeldes para lograr eliminarlas. Parece que pudiéramos estar viendo más casos, pero no sabemos si estos son realmente nuevos o son por resistencias porque sí que estamos viendo que toleran la permetrina y que ataca además a una población especial de la que no se pueden hacer registros por lo menos en nuestra zona rural», añade.
El síntoma principal y más característico de la sarna es el prurito intenso de predominio nocturno, ya que el ácaro presenta mayor actividad con el calor, y de varias semanas de evolución. Aparece por hipersensibilidad a los antígenos del ácaro y suele ocurrir de 3 a 6 semanas después de la infestación, recoge la citada guía de Atención Primaria.
La escabiosis aumenta un 40% cada año desde 2020 en España
Un estudio realizado por el Grupo de Epidemiología y Promoción de la Salud de la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV), también confirma el que el número de casos de sarna está aumentando «un 40% cada año desde 2020». Ahora, su objetivo es tratar de esclarecer los motivos de este incremento, así como trazar un perfil del paciente más susceptible de contagiarse, analizar la respuesta al tratamiento y las zonas del país más castigadas. Destacan, entre los motivos que pueden justificar este incremento, en primer lugar el confinamiento en la pandemia –al igual que la Guía de Primaria– que motivó a que miles de personas se tuvieran que quedar encerradas en sus casas y con un mayor contacto entre los convivientes. La sarna es una parasitosis que se transmite por contacto directo, piel con piel, pero también se puede transmitir el ácaro que provoca esta enfermedad a través de restos que puedan quedar, por ejemplo, en las costuras de un sofá, la colcha de una cama o en un sillón. Un espacio cerrado, un tiempo prolongado y mucha convivencia aumentan el riesgo de que, si alguno de ellos se infecta, lo presenta esta entidad lo pueda transmitir al resto». Las terapias empleadas pueden ser tratamientos tópicos o sistémicos al paciente y a todos los contactos directos y familiares. Además del tratamiento acaricida, en algunas personas serán necesarios los antihistamínicos para aliviar el picor y los emolientes para atenuar los efectos irritantes causados por el propio ácaro. Paralelamente al tratamiento expuesto, es primordial la erradicación de los ácaros del ambiente mediante el lavado a máquina de la ropa con agua a una temperatura de 60-75 °C y, de no poderse, sería necesario colocarlos previamente en bolsas cerradas de plástico y manteniéndose cerradas un mínimo de 72 horas o realizando el aspirado de superficies, recoge la citada guía.
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