Los alumnos de Secundaria de Castilla y León, los terceros que más botellón hacen de España

Pero más allá del botellón, el consumo de bebidas alcohólicas es algo bastante habitual entre estos jóvenes. El 80,9% las ha probado al menos una vez en su vida. Del total, el 79,1% reconoce haberlo hecho en el último año, mientras que el porcentaje se reduce hasta el 61,5% para quienes lo han hecho durante el último mes. En el panorama nacional solo están por encima los estudiantes de Extremadura. Por sexo, el consumo de alcohol entre los menores es mayor en los chicos que en las chicas, pero la cosa cambia con la ingesta más habitual. Si se habla de los datos del último mes, son ellas las que más beben, el 62,8% frente al 60,1% de los chicos.

¿El motivo de beber de forma reiterada? «No existen las mismas consecuencias que cuando eres mayor, donde puede haber prejuicios económicos, familiares o laborales. Los jóvenes se pueden sentir más arropados a nivel social y familiar y tampoco son conscientes de las consecuencias que el consumo tiene en la salud», apuntan desde AVAR. Para revertir la situación, la asociación incide en la necesidad de concienciar a través de la educación. «Más intervenciones en los centros educativos, más información, hablar sin tapujos y ayudarles a que conozcan la realidad».

La gráfica del Ministerio recoge el consumo, pero no especifica la cantidad de alcohol ingerida. Eso sí,hay un parámetro que permite orientar hasta qué punto existe una ingesta abusiva. Es el porcentaje de borracheras. Aquí, el 53,2% de los estudiantes de ESO reconoce haberse emborrachado alguna vez en su vida, y el 47,8% asegura haberlo hecho en el último mes. En este caso, son las chicas las que más borracheras han tenido, el 54,9% frente al 51,9% de los chicos. En cualquier caso, más de la mitad de los estudiantes de ESO de la comunidad se ha emborrachado alguna vez en su vida, en porcentajes similares a los que reconocen haber ido de botellón al menos una vez en el ultimo año.

De la ingesta abusiva nace también el 'binge drinking', la práctica donde los jóvenes beben cinco o más copas en el espacio de un par de horas. La encuesta del Ministerio de Sanidad apunta a que uno de cada tres estudiantes de Secundaria lo ha hecho en el último mes, la mayoría de ellos son chicos, el 31,3%, frente al 29,8% de las chicas. También es importante saber con qué se consumen las bebidas alcohólicas. El informe del Ministerio apunta además a que el 17,4% de los jóvenes las mezcla con bebidas estimulantes con alto contenido en cafeína. Es decir, con bebidas ergéticas. «Es una de las mezclas más peligrosas, porque juntas bebidas con efectos adversos, una estimulante con una depresiva», alertan desde AVAR.

Los datos del Ministerio solo concretan las comunidades autónomas, pero el panorama también se puede acercar en cierta medida hasta Valladolid, sobre todo en el tema de los botellones. El pasado mes de noviembre, el Ayuntamiento de Valladolid dio a conocer los datos sobre denuncias que la Policía Municipal había realizado en 2024. Durante el periodo analizado se habían realizado 168 sanciones a menores de edad por consumo de alcohol en vía pública, casi el doble que en 2023, cuando el dato fue de 91 denuncias. Si se suman las sanciones a los adultos, el total asciende hasta las 300. La Policía Municipal también informó de que se formalizaron ocho denuncias a establecimientos hosteleros y a supermercados por la venta de bebidas alcohólicas a menores. Además, también se realizaron cuatro sanciones por venta en lugares no autorizados y 34 sanciones a menores por consumo de drogas en vía pública.

Según los datos que maneja la Asociación de Alcohólicos Rehabilitados de Valladolid (ARVA), de todas las personas que atendieron en 2023 en Valladolid, el 6% correspondían con jóvenes de entre 21 y 30 años. «No tienen percepción de la enfermedad, las consecuencias se hacen obvias cuando se hacen más mayores», apuntaba su presidente, José Ramón Díaz. Además, según datos de la asociación, el 39% de los pacientes tardan hasta veinte años en detectar los primeros problemas con el alcohol.

Si de por sí los datos entre los menores ya alertan de los riesgos que supone el consumo de alcohol, el resto de la población castellano y leonesa tampoco escapa a esta situación. Castilla y León es la comunidad autónoma que supera en mayor medida la media nacional (14,7%) en lo referido a intoxicaciones etílicas agudas. La encuesta sobre alcohol y drogas en España (EDADES), que toma como referencia a la población de entre 15 a 64 años, muestra que el 26,4% de los castellano y leoneses tuvieron una borrachera en el último año. La siguiente en la lista, el País Vasco, está casi tres puntos porcentuales por debajo.

Desde AVAR concretan que el perfil mayoritario que llega a la asociación corresponde con personas de entre 50 y 60 años, quienes acuden tras haber sufrido alguna consecuencia grave por el consumo de alcohol. «El año pasado hemos atendido un 20% más de personas que en 2023, y hemos notado también un incremento de los pacientes que acuden con 40 años. Esto puede significar que cada vez hay una mayor conciencia y las personas acuden antes».

No es el único registro donde la comunidad supera la media nacional, ya que también sucede lo mismo en el propio consumo de alcohol entre la población. El 95,7% de los castellano y leoneses reconoce haber tomado bebidas alcohólicas alguna vez en la vida, es la tercera con el mayor porcentaje, frente al 92,9% a nivel nacional. Además, el 67% de la población de la comunidad ha consumido durante el último mes. Por sexo, el consumo es más habitual está en los hombres (96,9%), frente a las mujeres (94,4%). La diferencia es mínima, pero la situación es bien diferente si se observa lo que ha ocurrido en los últimos doce meses, donde el 84,4% de los varones castellano y leoneses ha consumido alcohol frente al 72,2% de las mujeres. Además, en el último mes, la cifra se reduce hasta el 75,3% y el 58,7%.