«No me da rabia terminar la temporada con una cornada, es el precio que tengo que pagar»

A punto de soplar las 23 velas, este zamorano de Vezdemarbán sufría la pasada semana la cuarta cornada que su afición le dibuja en su cuerpo. Esta vez fue en Onda, en Castellón, donde un toro no le perdonó el resbalón que sufrió en su cara. Acababa de proclamarse campeón de España de cortes, pero su afición, dice, no entiende de plazas y calles.

¿Cómo se encuentra?

Bastante bien. La herida va curando poco a poco. Todos los días la tengo que curar, pues fue una cornada de 18 centímetros. Ahora mismo tengo dos drenajes y está supurando muy bien. Me dijeron los médicos que el tiempo de recuperación será un mes o así; pero, aunque ando con muletas, yo creo que en quince días estaré bien.

¿Cómo ocurrió la cogida?

Estaba rodando al toro en la calle y me resbalé de la manera más tonta. Nunca había ido a esa zona, porque me suelo quedar por la plaza, pero el toro estaba allí y fui. Intenté tirar de él para que fuera hacia otra calle y en ese momento pisé arenilla, me resbalé y me echó mano.

¿Sabía desde el principio que llevaba la cornada?

Nada más que me levantó del suelo lo sabía porque me dejó colgado de arriba y noté que paró en seco contra algo, que fue el hueso. Me levantó dos veces y caí de pie. Me metí en el cadafal y me vi la cornada.

¿Cómo se lleva una cogida tan lejos de casa?

Se lleva mal, porque aunque estaban allí mis amigos y mi padre, estás muy lejos de tu familia y de toda tu gente. Yo llamé a mi novia y a mi familia desde la ambulancia, y allí te toca hacer como que estás mejor de lo que estás.

Es su cuarta cornada. ¿Se ve diferente con casi 23 que con 20 años?

Se ven igual. Esta no me ha dolido y ha sido más grave que la que recibí en Laguna de Duero hace dos años y medio, pero apenas he tenido dolores.

¿Le afectará de alguna forma a la hora de volver a ponerse delante de los toros?

No, estoy convencido porque sé cómo he tenido la cabeza en cornadas anteriores y cómo la tengo ahora. En Laguna de Duero me cogió y no quería ver un toro ni en pintura, y ahora estoy deseando recuperarme para volverme a poner delante.

¿Le da rabia terminar así su mejor temporada, en la que se ha proclamado campeón de España?

No me da rabia porque sé que es el precio que tengo que pagar, y más estando todos los días ahí, en concursos, capeas y calles.

Habrá quién no entienda que siendo campeón de España salga en las calles por afición.

Esa será la pregunta que más me han hecho, que qué necesidad tengo de salir allí. Pero me encanta, y me da igual calle que plaza. De hecho me lo paso mejor en las calles y capeas que en los concursos, porque no tienes la misma presión. Me dicen incluso que corto mejor en capeas que en concursos.

¿Qué ha aprendido con esta cogida?

Fue un fallo que no pude evitar porque me resbalé, pero desde luego que me llevo el apoyo que tengo en Onda, que incluso ha venido gente al hospital a verme que ni conocía, y el respaldo de tantos aficionados. No he podido contestar a todos pero he sentido su apoyo.