La receta
Tarta de queso con frutos rojos sin pasar por el hornoUna receta fácil, dulce y deliciosa coronada con frambuesas y arándanos
Un buen postre siempre endulza el final de la comida y si sobra, en este caso, resulta perfecto para la merienda. Para esta receta no ... hace falta horno y no precisa de mucho tiempo más que el suficiente para que se enfríe la tarta en la nevera. Así que es perfecta para hacerla en el día, si dispones de tiempo, o dejarla hecha con antelación para evitar las prisas.
Para hacer la base de esta tarta de queso con frutos rojos se machacan las galletas (puedes utilizar las que más te gusten). Solo hay que meterlas en una bolsa de plástico y aplastarlas con un rodillo, desmigarlas manualmente o trocearlas en un cuenco y machacarlas con un mortero.
Después se derrite un poco de mantequilla y se mezclan bien para que la galleta quede más compacta. Se cubre el fondo del molde, en este caso de cristal y recubierto ligeramente con mantequilla. Se presiona la tierra de galletas en la base y se mete en la nevera. Luego, en un bol de tamaño mediano se mezclarán el resto de ingredientes con unas varillas eléctricas.
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Primero se extiende el queso mascarpone, después el queso cremoso, el extracto de vainilla, el zumo de medio limón y el azúcar glas. Se bate hasta aligerar la textura de la mezcla y luego con cuidado se vierte en el molde sobre la base de galleta con la ayuda de una cuchara o paleta para ir cubriendo todos los espacios.
Para finalizar se decora con arándanos y frambuesas y se deja media hora en la nevera. Para terminar de decorar se puede también espolvorear un poco de azúcar glas y derretir un par de onzas de chocolate para cubrir con unos hilos de chocolate por encima.
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Tiempo de preparación
10 min
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Tiempo de cocción
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Tiempo total
40 min
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Comensales
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Calorías
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Categorías
Postres
Ingredientes
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200 g de frambuesas
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100 g de arándanos
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200 g de galletas
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250 g de queso mascarpone
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100 g de queso crema
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Zumo de medio limón
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Extracto de vainilla
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80 g de mantequilla
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50 g de azúcar glas
Preparación
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Para hacer la base se machacan las galletas, se mezclan con mantequilla derretida y se cubre el fondo del molde, en este caso de cristal y recubierto ligeramente con mantequilla. Se presiona la tierra de galletas en la base y se mete en la nevera. En un bol de tamaño mediano se mezclarán el resto de ingredientes con unas varillas eléctricas. Primero se extiende el queso mascarpone, después el queso cremoso, el extracto de vainilla, el zumo de medio limón y el azúcar glas. Se bate hasta aligerar la textura de la mezcla y luego con cuidado se vierte en el molde sobre la base de galleta con la ayuda de una cuchara o paleta para ir cubriendo todos los espacios. Para finalizar se decora con arándanos y frambuesas y se deja media hora en la nevera.
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