Un cóctel Masái en el rincón más 'africano' de Valladolid
El mítico bar del barrio de Parquesol, conocido por su particular decoración y sus batidos naturales, reinventa su propia versión de uno de los combinados más servidos a nivel internacional
En la esquina en la que se encuentran la calle Mariano de los Cobos y Doctor Villacián, en el barrio de Parquesol, luce, casi escondido, uno de los locales de hostelería con mayor recorrido de Valladolid. Allí, el Masai y su terraza aparecen entre vegetación decorativa y columnas de soportales como si de un animal de safari se tratase.
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Casualidad o causalidad, esta es una de las temáticas que se recogen dentro de sus puertas. Este local con Solete en la Guía Repsol simula el estilo colonial del continente africano con multitud de referencias tanto al pueblo indígena de la región del Serengeti-Mara que le da nombre como a ese estilo característico que transporta por momentos a Kenia o Tanzania sin salir de la capital vallisoletana.
Entre mascaras étnicas, lanzas, escudos primitivos y estatuas de fauna salvaje suele asomar Javier Seoane, quien junto a su tío Juan Carlos, imaginó en 1996 un rincón africano en la ciudad. Moldeado «desde los ladrillos» por su pasión por este continente, y con la intervención del decorador Carlos Joral, dio a luz a un lugar ya mítico que el próximo año cumplirá tres décadas de vida.
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En su evolución, desde su oferta inicial ceñida al horario vespertino hasta la actual, destacan ahora sus archiconocidos batidos, que junto con sus desayunos y 'caprichos', abarcan desde primera hora de la mañana hasta la noche. Y, por supuesto, también disponen de cócteles.
En su carta figuran hasta 15 opciones diferentes -con y sin alcohol-, la mayoría basadas en combinados conocidos y sabores reconocibles por el público a los que se añade un toque creativo propio y una denominación relativa a la temática africana. «Ofrecemos una coctelería sencilla, variada y reconocible, que pueda gustar a todo el mundo y que sea fácil y agradable al tomarla. Que den ganas de repetir», define Javier Seoane sobre los tragos que se pueden encontrar en su local.
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Un 'viaje por África' en cócteles
Así, podemos disfrutar desde un 'Ave de Zimbabue' con un ligero toque mexicano hasta un 'Selva del Congo' con sabor a ron para terminar con un azulado 'Atardecer en el Kilimanjaro'. Pero si hay uno que gusta y mucho es el Masai Mara, que en esencia es una Piña colada, pero preparada de una forma específica.
Como no podía ser de otra manera, la piña es la base fundamental y el sabor principal, al que también se añade un zumo natural de esta fruta tropical para potenciar su sabor y se mezcla con ron blanco. Pero es a la hora de añadir el toque de coco cuando este preparado se diferencia al incluir una crema sin alcohol que espesa la textura del combinado a la vez que aligera su carga alcohólica, suavizando el sabor final.
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Picado junto a hielo en una batidora, el cóctel resultante se asemeja a uno de los batidos típicos del local, algo más aireado, y servido en copa -en lugar del clásico bote lechero de vidrio característico- junto con una selección de frutas para aportar el toque exótico en el apartado visual. Por un precio de siete euros, idéntico al del resto de coctelería en la carta, el Masai Mara es una elección fácil de beber, con un regusto almibarado y una chispa ácida que despierta las papilas e invita a repetir.
Labor solidaria
Además, mientras se degusta este Masái Mara o cualquiera de sus combinados, batidos, o 'caprichos', también se ofrece la posibilidad de colaborar con la plataforma solidaria Mundo Cooperante mediante las pulseras Masái, uno de los exponentes más reconocidos internacionalmente de la cultura de esta población africana.
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La plataforma colabora con dos asociaciones de Kenia (Tasaru) y Tanzania (Nafgem) para distribuir globalmente el trabajo de las mujeres Masái productoras de estas características y llamativas artesanías. El objetivo: erradicar dos de las principales formas de violencia de género, la Mutilación Genital Femenina y el Matrimonio Forzoso de Niñas, muy presentes aún en la cultura de esta población.
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