«Nos vamos a encontrar con una cosecha almacenada en las bodegas, y otra que se está recogiendo en el campo»

«Lo estamos viendo con temor e incertidumbre, la situación es muy preocupante, estamos hablando de unas circunstancias desproporcionadas en lo negativo. Es más, ni tan siquiera podemos ahora valorar cuáles serán las repercusiones finales, aunque se prevén muy negativas», explica el presidente del Consejo Regulador de Ribera del Duero, Enrique Pascual.

En esta línea, incide en la caída en picado de las ventas, ya que el mayor mercado de la marca se centra en el canal HORECA que «está cerrado por completo» y en las exportaciones. En lo que se refiere a las ventas online, Pascual indica que de momento son testimoniales; mientras que en el canal de alimentación, la presencia de la marca tampoco es especialmente significativa y «llega un momento que en ese ámbito lo que se comercializa es la gama más baja» muy lejana a los Crianza y Reserva del marchamo de calidad.

El mundo del vino, como otros sectores vinculados al campo, se ha encontrado que este parón en la economía se tiene que compatibilizar con las labores propias del viñedo porque el ciclo no para. «La cosecha viene, está ahí mismo, dentro de medio año. En vendimia nos vamos a encontrar con una cosecha seguramente almacenada en las bodegas, y otra que se está recogiendo en el campo», explica Pascual. Una situación que califica como «inimaginable» y de unas consecuencias «nefastas e imposibles de calcular ahora mismo».

El presidente de Ribera espera que, en algún momento, «con el paso del tiempo, alguien se acuerde de nosotros y nos eche una mano», aludiendo a las administraciones públicas. En este sentido, Pascual detalla que el sector está en una línea de ayudas globales en el sector agroalimentaria, pero apela a la necesidad de «tener una línea específica que se amolde a nuestras circunstancias. Necesitamos algo especial, las instituciones tienen que tomar conciencia de que somos unos de los grandes damnificados».

En cualquier caso, destaca como positivo que, durante la cuarentena, se esté manteniendo el hábito de beber y brindar con una copa de vino e identificarlo como un buen momento. «Es algo muy bueno», insiste. De esta manera, el presidente de Ribera se alegra de que la venta online se haya disparado en esta época de confinamiento, aunque incide en que la proporción en el total del negocio de la marca es testimonial. «En global es pequeña, pero bienvenido sea. Nuestro mercado online está por desarrollarse, esta situación nos ha venido de la noche a la mañana y tampoco se va a improvisar en ese sentido».