Detenidos por sembrar de despojos de animales la N-120

La Guardia Civil ha detenido a tres personas - -J.M.P.P. de 58 años, J.E.V. de 39 años y M.V.L. de 27 años de edad- como presuntos autores de sendos delitos contra la seguridad vial, por derramar sustancias peligrosas sobre la calzada en la N-120 en la provincia de Burgos. Concretamente despojos de animales que transportaban en camión, según informaron fuentes de la Benemérita, informa Ical.

Los hechos se remontan al verano de 2011. En la N-120, vía que soporta diariamente un elevado tránsito de vehículos, aparecieron en varios tramos especialmente peligrosos al tratarse de travesías, con pendientes, estrechamientos y curvas, numerosos derramamientos de vísceras y restos de animales, sumamente deslizantes sobre la calzada.

El firme aparecía parcialmente cubierto de despojos orgánicos de animales, provocando un lógico malestar entre los vecinos por la falta de salubridad, derivado del mal olor. En una ocasión se produjoun accidente de circulación; aunque no hubo que lamentar daños personales, sí existieron importantes daños materiales en un camión de gran tonelaje.

Agentes de departamento de Tráfico de Burgos, abrieron una investigación, que desde su inicio se tornó especialmente compleja, dado el elevado número de transportes que circulan por la citada carretera.

El análisis y estudio de la información obtenida, debidamente cotejada con la facilitada por otras provincias, llevó a los investigadores hasta la provincia de Lugo. Se constató la circulación del mismo vehículo en todos y cada uno de los episodios, llamando la atención que en cada ocasión lo conducía un «chófer» diferente. Identificados y localizados los tres conductores, fueron imputados como autores de sendos delitos contra la seguridad vial.

El transporte partía regularmente desde la provincia de Lugo con destino a Navarra, portando subproductos animales no destinados al consumo humano (despojos y vísceras), en un remolque tipo 'bañera'. Un frenazo brusco provocaba el movimiento de la mercancía rasgando la lona de protección y derramando parte de la carga sobre la calzada. Los conductores continuaban ruta, abandonando el lugar sin señalizar, retirar y avisar a las autoridades del incidente. En una estación de servicio paraban para limpiar el semirremolque y no levantar sospechas.

La carga derramada, que normalmente se producía a últimas horas del día o primeras de la noche, era extendida con el paso de los vehículos, dejando una película muy fina y grasienta, convirtiendo la superficie viable en muy deslizante, con el consiguiente riesgo para el resto de usuarios de la vía, especialmente para las motocicletas y ciclomotores.