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Segunda sesión del juicio. El Norte
Tras apuñalar a los jóvenes, un acusado llamó a otro «maricona» por no haber actuado como se esperaba

Tras apuñalar a los jóvenes, un acusado llamó a otro «maricona» por no haber actuado como se esperaba

Los testigos afirman que hubo un incidente previo a la pelea en la que tres jóvenes apuñalaron a otros cuatro en las fiestas de El Barco de Ávila

El Norte

Ávila

Miércoles, 4 de octubre 2017, 14:50

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La segunda sesión del juicio contra los dos madrileños acusados de tentativa de homicidio y lesiones a otros cuatro jóvenes durante las fiestas de El Barco de Ávila, ha dejado varias contradicciones entre defensa y acusación. La principal, referente a si hubo o no premeditación en las agresiones producidas por los dos procesados.

Con las declaraciones ante el juez de los cuatro jóvenes perjudicados y de seis testigos, culmina la ronda testimonial en el proceso judicial por la riña que en 2015, en plenas fiestas del municipio El Barco de Ávila, resultó en cuatro jóvenes lesionados, varios de ellos apuñalados, y la detención de D.H. y Z.E.S.B.

Previamente a la pelea, las versiones varían: mientras los acusados niegan que hubiera algún incidente previo, la mayoría de los testigos, entre los que se incluyen los afectados, afirman que sí se produjo un incidente en la orquesta, cuando debido a la música, se propinaron algunos “empujones”.

A partir de este momento, los testimonios de los cuatro afectados coinciden en lo esencial: se encontraban pasando juntos parte de la noche de verbena que iba del 12 al 13 de agosto; al finalizar ésta, se dirigieron a una discoteca local. Una vez allí, Jerónimo S. salió del local con la intención de ocultar una botella que había adquirido previamente, ya que dentro del establecimiento “no se podía beber”. Lo acompañaban Víctor M. y Sergio P.

Fuera de la discoteca encontraron a los dos acusados junto a un tercero, quien por ser menor ya fue procesado en un juicio distinto. Éstos tres jóvenes comenzaron a “increpar” al grupo. La declaración de Jerónimo S. apunta a que, preocupado por la ubicación de la botella, ya que los otros tres habían visto dónde la escondía, dirigió la vista hacia ellos, ante lo que uno de los acusados inquirió: “¿me estás mirando a mí?” con actitud hostil. Entonces se desencadenó la pelea.

Víctor M. fue el primer perjudicado aquella noche, quien recibió las primeras agresiones. El afectado asegura que el menor tomó la iniciativa, amenazando tanto a él como a sus amigos con palabras como “te voy a matar”. Víctor M. sufrió seis puñaladas en la espalda y una en el cuello, presuntamente del acusado Z.E.S.B. Tras resultar herido, se retiró a un callejón y se desmayó.

Al ver a su amigo agredido, Sergio P. se dirigió a él, pero antes de poder actuar de cualquier manera, recibió “una puñalada”, supuestamente del mismo Z.E.S.B, y empezó a sangrar por una herida de “tres centímetros en el brazo”.

Peor suerte corrió su amigo Jerónimo S., quien herido, según su propia versión, por el menor y Z.E.S.B., se alejó de la contienda y se sentó en un bordillo, al parecer sin darse cuenta de que se encontraba grave. No notó “el chorro de sangre fría corriendo por la espalda” hasta que uno de los procesados se acercó a él e inquirió: “¿a éste también le han pinchado?”. Unos testigos le descubrieron las heridas, ayudándolo hasta que fue trasladado al Centro de Salud. Fueron ellos, Daniel M. y Ana S., quienes llamaron a la ambulancia que se llevó a Jerónimo.

Aitor M., quien afirma que salió más tarde de la discoteca, trató de mediar en la riña o al menos separar a sus amigos; fue entonces, al acercarse, cuando recibió un navajazo de D.H.

Premeditación

Jerónimo S. afirma que según fuentes cercanas, los dos acusados sacaron la navaja a otra gente del pueblo el día anterior, así como que se reunieron en el río y hablaron de lo que se disponían a hacer esa noche.

Confirma su versión la testigo Andrea M.: “cuando los amigos pusimos en común lo que sabíamos, se dijo que el día anterior había habido problemas y que al día siguiente fueron”, los acusados, “a hablar con ellos”, los afectados.

La propia hermana del menor procesado, Lara, ha explicado que se reunió con los dos acusados y el menor en una huerta cercana tras los hechos: “Z.E.S.B. estaba sentado, D.H. llorando por lo que había pasado, mi hermano no decía nada, estaba asustado”, ha recordado. En un momento determinado, Z.E.S.B “regañó” al menor por no haber actuado como se esperaba, llamándolo “maricona” y criticándolo porque lo habían tenido que hacer ellos dos, Z.E.S.B. y D.H., “todo”.

Primera sesión del juicio

En la sesión anterior, los dos acusados y la Guardia Civil aportaron su versión de lo ocurrido. Tanto D.H. como Z.E.S.B. negaron haber acudido a las fiestas de El Barco de Ávila con intención de agredir a nadie y se mostraron arrepentidos por los daños ocasionados.

Por su parte, la Guardia Civil dio testimonio de cómo algunos testigos afirmaban que los acusados habían asistido a las festividades “preparados para lo que pudiera ocurrir”.

El Ministerio Fiscal pide siete años de prisión por homicidio para D.H. y una indemnización; para Z.E.S.B., se piden dos penas de tres años y una indemnización. La defensa mantiene que no hubo delito alguno y exige que ambos queden libres de cargos.

La que está prevista como última sesión del juicio está convocada para el jueves por la mañana.

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