«Hay cosas que uno debe escribir aun corriendo el riesgo de no acertar»
José Antonio Abella Escritor, Premio de la Crítica de Castilla y León 2014
Miguel Ángel López
Martes, 11 de marzo 2014, 23:21
Es una obra hermosa, difícil, original y compleja. El escritor José Antonio Abella, «un segoviano de Burgos», ha ganado con ella el Premio de la Crítica de Castilla y León, fallado en Ávila hace una semana. Desde aquel día, las merecidas felicitaciones por el premio de 'La sonrisa robada' son incesantes. Abella, médico y escritor, no abandona la escultura y recuerda con agrado sus colaboraciones con El Norte de Castilla en los primeros años de la edición segoviana, en la misma época en la que publicó su primera novela, 'Yuda', la historia de un judío sefardí expulsado de Segovia.
Abella suele acudir donde le convocan, y este martes participó en la tertulia del colegio público de San José, que organiza el centro todos los meses para hablar de literatura. Y esta vez el autor de 'La sonrisa robada' explicó las claves de su obra a los profesores y miembros de la asociación de padres y madres, además de a varios escritores amigos que acudieron a escucharle y felicitarle. Antes de entrar, Abella reconoció a El Norte que esta novela «es arriesgada, lo sabía desde que la estaba escribiendo, pero era a la vez apasionante. Hay cosas que uno debe escribir aun corriendo el riesgo de no acertar».
El riesgo nace de que «es una parte de la historia del final de la segunda Guerra Mundial vista desde el otro lado, de los que perdieron. Y al acabar la guerra, con muchas familias alemanas, gente absolutamente normal, las tropas vencedoras se ensañaron», comentó. Al investigar descubrió que «las violaciones de mujeres alemanas es un tema sangrante, y hasta hace muy poco nadie ha escrito de este tema; los propios alemanes son muy reacios. Yo he estado tres veces allí para esta novela y aún les toca mucho la fibra; en muchas familias tienen una hermana, una madre o una prima violada. Se estima que solo en el primer año de la posguerra nacieron en Alemania 150.000 hijos de mujeres violadas, y hubo un número ingente de abortos».
Pero este conocimiento llegó después. La novela surgió tras conocer la propia historia de un amigo, el poeta José Fernández Arroyo, a quien Abella conoció en Segovia a través de un amigo común, el escritor Luis Javier Moreno. Entre 1948 y 1953, Fernández Arroyo estuvo escribiéndose con una joven alemana, Edelgard Lambrecht, a la que conoció por correspondencia, «y se estableció entre ellos una relación epistolar intensa y un amor tremendo y maravilloso». Y de esta correspondencia que le facilitó Fernández y de la investigación realizada, Abella levantó la trama de 'La sonrisa robada'. En las cartas, incidió, «se ve que hay aspectos oscuros en el pasado de Edelgard, de lo mucho que ha sufrido; cuenta que su madre y dos hermanos pequeños murieron en 1946 de tifus, de hambre y de dolor, y que su hermana y ella, dos chicas de 16 y 19 años, vivían solas en una ciudad ocupada por los soviéticos. Se puede imaginar lo que ocurre; es una historia dramática, y también muy hermosa».
Ha tenido que editar él mismo la novela. «Escribir desde una provincia pequeña como Segovia, donde ni los segovianos creemos en nosotros mismos... Yo tengo una editorial pequeñita, pero no quería editar esta novela porque era consciente de que era la novela de mi vida, y la quise mandar a siete editoriales grandes; y no quisieron ni contestarme», reflexionó el escritor, con cinco novelas publicadas y algunos premios importantes, e ironizó que quizá es porque, «bueno, uno no sale todos los días en televisión ni anda metido en escándalos, no está en el 'candelabro'». Claro que, ahora, al serle concedido el Premio de la Crítica, esa dinámica puede cambiar. Está contento porque «estoy viendo que librerías antes reacias están pidiendo mis libros, y eso está muy bien».
Revisar 'Yuda'
No deja de escribir. Abella prepara una colección de cuentos y le gustaría hacer una edición revisada de 'Yuda', que publicó hace 22 años «y creo que todavía tiene algo que contar». Lo hará, seguro. Además cree que tiene un paralelismo con 'La sonrisa robada': «'Yuda' es la historia de un judío expulsado de su casa de Segovia, y en el caso de Edelgard, es una alemana expulsada de Alemania, una de esos 15 millones de alemanes expulsados de sus casas».
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