El derrumbe parcial de un talud obliga a cerrar el paseo del Palacio de la Ribera en Valladolid
Patrimonio estudia ahora «las medidas» para garantizar la seguridad de esta senda, inaugurada hace solo dos años
J. SANZ
Viernes, 28 de junio 2013, 14:32
El desprendimiento parcial del talud del río situado justo en la zona de bancos de la senda del Palacio de la Ribera, que une el borde del edificio Duque de Lerma con la calle Leopoldo de Castro, en Huerta del Rey, obligó a los técnicos municipales a cerrar los accesos a este paseo inaugurado hace poco más de dos años después de una inversión de 224.000 euros para acondicionar el camino y recuperar los restos del antiguo palacio de Felipe III, que miran a Las Moreras.
Fuentes policiales explicaron que el vallado que impide el paso a los dos accesos a la senda de 300 metros de longitud se llevó a cabo el pasado viernes «por motivos de precaución ante posibles desprendimientos» y anticiparon que el precinto se mantendrá hasta que los expertos de la Concejalía de Patrimonio ultimen el informe sobre la situación del talud para «ver las actuaciones a seguir», según explicó ayer el concejal del ramo, Manuel Sánchez, quien anticipó que la intención del Ayuntamiento es asegurar el talud «en cuanto sea posible conforme al dictamen técnico».
Virgen de San Lorenzo
Así que los visitantes que quieran presentar sus respetos a la imagen de la Virgen de San Lorenzo, que alberga la única estancia recuperada del Palacio de la Ribera, se encontrarán de momento con el precinto policial y con un cartel que advierte a los peatones de los riesgos de «desprendimiento y precipitación».
El derrumbe del talud ha provocado que una parte del tramo de barandillas de madera haya cedido hacia el río justo a la altura de los bancos situados a las puertas del palacio. «Son desprendimientos complicados porque pueden haberse producido por las riadas de primavera, pero vamos a esperar al informe técnico para determinar lo que hay que hacer», insiste el edil de Patrimonio.
El mal estado de esta senda, financiada en su día a coste del plan estatal anticrisis (74.000 euros) y de las arcas municipales (150.000) el cartel de la obra aún puede verse en la entrada desde la calle Leopoldo Castro dos años después, fue advertido por el grupo municipal de Izquierda Unida el 16 de junio, que avisó entonces de que la llegada de nuevas avenidas del río en otoño «pueden resultar peligrosas para la estabilidad del talud». Eso además de llamar la atención sobre el deterioro de los «restos de la esquina de piedra y ladrillo en la que concluye el sendero», justo a la altura de la vieja central eléctrica del siglo XIX.
La visita de los técnicos se produjo casi en paralelo y su valoración inicial aconsejó precintar de «manera preventiva» el paseo del Palacio de la Ribera por ambos lados.
Los muros de la antigua residencia de Felipe III, levantado en 1606 y desmantelado en 1761, ya fueron víctimas de las pintadas nada más terminar la rehabilitación en 2010.