Más de 450 personas solicitan irse a vivir a un pueblo de Soria
Solo tres peticiones han prosperado porque los ayuntamientos ya no ofrecen empleo
ISABEL G. VILLARROEL
Domingo, 28 de octubre 2012, 19:39
El 'boom' de hace unos años en el que los ayuntamientos ofrecían trabajo y vivienda gratis para sostener la población y promocionar el asentamiento en el ámbito rural, terminó. La crisis ya no permite a los consistorios ofrecer empleo municipal porque no lo hay y las pocas plazas que surgen se otorgan a los vecinos de los pueblos en situación de desempleo. Es la principal conclusión a la que se ha llegado en ADEMA, el Grupo de Acción Local que trabaja en el sureste de la provincia y que hace un año y medio retomó el proyecto 'Abraza la Tierra' tras cuatro años de parón.
Su técnico, Juan Carlos Aguilar, reconoce que «hay muchas solicitudes, hasta 450 en lo que llevamos de año, pero tan solo han fructificado tres porque los demandantes piensan que se oferta trabajo y lo que se ofrece es la gestión de negocios, la mayoría vinculados a la hostelería». Aguilar añade que filtran la mayoría porque «si una familia consulta sobre un negocio que necesita un alquiler alto o el traspaso es caro y ellos no lo pueden pagar, directamente se desestiman».
La mayoría de las solicitudes proceden de Valencia y Andalucía. Las tres familias que se han instalado en Soria han llegado de Sevilla, Barcelona y Segovia; una está en Velilla de Medinaceli, regentando un centro de turismo rural; otra en Matamala de Almazán, gestionando un bar, y la tercera se ha instalado en Tardelcuende para explotar la tienda de ultramarinos. El técnico del programa 'Abraza la Tierra' resume el perfil del solicitante: se trata de parejas con hijos o sin hijos que se han quedado en paro y sin prestaciones, que creen que la última vía es buscar una salida en las zonas rurales.
Aguilar reconoce que la situación del medio rural es tan mala como la de las ciudades: «Quizá por falta de información, la gente piensa lo contrario pero muchos piensan que se regalan las viviendas y el trabajo y, si esta coyuntura se dio alguna vez, ahora claramente no ocurre así». Incluso cuestiona que la dirección de movimiento de la población pueda invertirse y volver a los pueblos porque el medio rural está abandonado. «Igual que estamos abandonados por las instituciones, ahora mismo los pueblos no están en disposición de acoger a nadie; hay carencia de servicios, de viviendas y de empleo, y la situación no parece que vaya a mejorar ni a medio ni menos a corto plazo».