Menús de lata como para una guerra

¿Puede una latilla de comida de 231 gramos contener la cantidad necesaria de calorías para aguantar un día entero? La respuesta es sí. Ese es el peso de la 'ración individual de emergencia' que utilizan los soldados españoles en caso, claro, de extrema necesidad. Los paquetes de alimentos de campaña del Ejército, expuestos estos días en la Academia de Caballería con motivo de sus jornadas de puertas abiertas, se han convertido en uno de los principales reclamos para los cientos de visitantes 2.600 solo en la tarde del sábado que en estos primeros días han pasado por allí.

«La verdad es que suscite mucha curiosidad y alguna señora hasta nos ha preguntado que si repartíamos las raciones», confirma la soldado Sonia Muñoz, encargada de dar las explicaciones en este puesto junto a su compañera Ana Isabel Somez y el cabo Jesús Pascual.

¿Y qué comen los militares? Pues «de todo». Las latillas tienen menús completos de desayuno, comida o cena de hasta cinco tipos diferentes, incluido uno específico (sin cerdo) para musulmanes y dos más de emergencia o con suplementos de refuerzo. Todos ellos, al margen de la comida envasada, cuentan con quemadores para calentar las latas, pastillas potabilizadoras, cepillos de dientes o chicles.

El Rey confirma su presencia

Un menú normal de comida, por poner un ejemplo el número 4 contiene una sopa de verdura, una ración de carne con guisantes, un paté, una latilla de atún y otra de frutas en almíbar. «Si tienes hambre ni miras lo que hay, pero la verdad es que la comida está buena», reconocían las soldados del puesto.

Pero lo más llamativo, sin duda, es el contenido de la ración de emergencia, que solo se usa «en casos muy extremos» y que contiene un aporte energético de 1.050 calorías. Todo un chute de comida comprimido en tabletas masticables de carne desecada, barritas energéticas, caramelos e, incluso, turrón duro.

Las raciones de combate, como se denominan, cuentan también son singularidades como pastillas de sal para absorber el sudor o hidratantes, tarrinas de miel o chicles con azúcar. Y todo ello, eso sí, tienen que acarrearlo en el petate los soldados de turno. La comida, la munición y el equipo completo puede llegar a rozar los treinta kilos.

Las exposiciones de la Academia de Caballería pueden visitarse hasta el jueves, por descontado, van mucho más allá de unas latillas y muestran los vehículos más modernos del Ejército, su armamento, aviones 'espía' no tripulados y una amplia representación de uniformes del Arma de Caballería.

La Semana de las Fuerzas Armadas culminará el día 2 con el homenaje a la bandera. La Casa Real confirmó ayer la presencia del Rey.