200 mineros de cuatro empresas inician hoy una marcha desde Villablino a León

Dieciocho años después de la gran protesta del sector minero, doscientos mineros iniciaron en la localidad leonesa de Villablino la 2ª " Marcha negra ", denominada así por los sindicatos por la iniciativa que protagonizaron en 1992 los trabajadores que realizaron una marcha a pie desde la comarca del Bierzo hasta Madrid. También reivindican una garantía de futuro; en este caso, exigen la firma del Decreto Ley que regule los incentivos al consumo del carbón en España por parte de las centrales térmicas.

Mientras el Gobierno promueve su aprobación, desde Bruselas los miembros de la Comisión Europea mantienen dudas sobre la viabilidad de este sector energético más allá de 2014.

En medio de un estruendoso aplauso y encogidos de emoción, los doscientos operarios arrancaron la caminata ataviados con los monos azules y los cascos que habitualmente utilizan en el interior de las minas. "`Vamos, compañeros`", gritó uno de los dirigentes sindicales antes de iniciar la marcha que tendrá como primer destino León, aunque los 165 kilómetros que separan Villablino de la capital leonesa serán recorridos en varias etapas, en función de la distancia y el calendario. El jueves 23 llegarán a Ponferrada para sumarse a una gran manifestación convocada por la Asociación Regional de Municipios Mineros. Y el miércoles 29 de septiembre la expedición alcanzará León, coincidiendo con la jornada de huelga general. Ese día está prevista la reunión en Bruselas en la que se decidirá el futuro del sector carbonífero. Si la Comisión Europea rubrica el Decreto español por el que se contempla la continuidad de ayudas, los mineros pondrán fin a la medida de protesta. Por el contrario, si los órganos de gobierno de la UE rechazan la propuesta de nuestro país, los doscientos mineros proseguirán el camino hacia Madrid.

Severino Alvarez apostó por emular la gesta de los quinientos trabajadores de la Minero Siderúrgica de Ponferrada que en 1992 consiguieron la solidaridad de todos los pueblos y ciudades del itinerario que discurre desde el norte de León hasta la capital de España. Y justificó la iniciativa en la necesidad de visualizar el problema de la minería sin perjudicar al resto de los ciudadanos, después de varias semanas con cortes de tráfico en las autovías y vías férreas que cruzan el noroeste español. "Es una buena medida para alejarnos de la violencia en las carreteras, para que la sociedad vea que somos gente cívica", apostilló.

Orgullosos de sus padres

"No podemos dejar que esto se muera", alegaron otros compañeros, vitoreados por sus familiares. "Estoy muy orgulloso de mi padre", clamaba una joven, inmersa en un llanto de emoción y rabia. Uno de los mineros que estuvo en la singular manifestación del 92, Oscar Fernández, constató como casi veinte años después la incertidumbre siga acechando al sector del carbón: "Estamos peor", se lamentó.

Este empleado, de 47 años de edad, se prejubilará en menos de dos años de la empresa Coto Minero Cantábrico, pero su preocupación se acrecienta al ver a sus compañeros, acuciados por no sólo por el horizonte inseguro, sino porque llevan dos meses sin cobrar, mientras que las empresas alegan que no han recibido todas las subvenciones de la Administración.

La " Marcha negra " es la medida de presión más espectacular, pero no la única que mantienen los trabajadores de las empresas mineras de León y Palencia. En la localidad leonesa de Tremor de Arriba una docena de mineros mantienen un encierro desde hace quince días a doscientos metros de profundidad. Aún más profundo -500 metros- es el pozo minero en el que están casi cincuenta operarios de Velilla del Río Carrión, en el norte de la provincia palentina. Además, en Ponferrada un grupo de trabajadores protagonizan una acampada y huelga de hambre incluida. Además, las mujeres de los mineros han secundado varias protestas.