Borrar
VIDA Y OCIO

Dinosaurios emigrantes

Un ancestro remoto del 'T-rex' y de las aves ofrece datos inéditos sobre la evolución de los grandes lagartos y su expansión geográfica desde América del Sur a Norteamérica

:: ARANTZA PRÁDANOS

Viernes, 11 de diciembre 2009, 11:25

Hace 220 millones de años los continentes no existían, la masa terrestre era un todo compacto en forma de 'c' llamado Pangea y entre la fauna ya despuntaba un grupo singular pero aún escaso, los dinosaurios, que después dominarían el planeta. Ése era el escenario y la época, Triásico tardío, en la que habitó nuestro protagonista, recién descubierto para la ciencia. El 'Tawa hallae' fue un saurio con la alzada de un perro grande -unos 70 centímetros- y dos metros de hocico a cola, bípedo, carnívoro y emplumado, que ha resultado ser un precursor muy remoto del temible 'Tyrannosaurus rex' y de las aves actuales; todos pertenecientes a la familia de los 'terópodos', uno de los tres grandes linajes dinos. Hasta ahí, interesante pero nada insólito. Lo singular es que su morfología proporciona pistas inéditas sobre la evolución de los dinosaurios primitivos y un patrón de dispersión desconocido a lo largo y ancho de aquel supercontinente único.

Científicos de varias universidades y fundaciones estadounidenses presentan al 'Tawa' en sociedad este viernes en la revista 'Science'. Los fósiles sometidos a estudio se desenterraron entre el 2004 y el 2006 al norte del estado de Nuevo México (EE. UU.), en 'Rancho Fantasma', un filón paleontológico conocido también por haber sido morada de la pintora Georgia O'Keefe. La primera alegría para los investigadores fue el magnífico estado de conservación de los huesos de varios ejemplares; en especial un individuo juvenil prácticamente completo, con una antigüedad estimada de 213 millones de años. En el yacimiento se mezclaban arracimados restos de otras dos especies de saurios, carnívoras también, pero ni de lejos emparentadas con el 'Tawa', un detalle sugerente con sorpresa incluida. Analizados los rasgos de todos los ejemplares, los paleontólogos comprobaron que los parientes más cercanos de cada una de las tres especies estaban en la región hoy correspondiente a Sudamérica.

El hallazgo echa por tierra la creencia de una especiación endémica de estos predadores en la actual Norteamérica. La separación tuvo lugar mucho antes en tierras más meridionales y luego estas especies, ya diferenciadas y con rasgos propios, migraron en varias oleadas hacia el norte, «en lugar de haber evolucionado todas desde un ancestro común local, como se creía», argumenta Randall Irmis, del Museo de Historia Natural de Utah.

Los nexos del 'Tawa hallae" con otros grandes lagartos de las primeras hornadas, sostienen la hipótesis de que los linajes ancestrales nacieron en regiones sudamericanas y poco después divergieron en las tres grandes familias de dinosaurios conocidas: 'ornitisquios' -el cornudo 'Triceratops' entre ellos-, 'sauropodomorfos' -como el gigante herbívoro 'Apatosauro'- y los 'terópodos' como el ulterior 'Tyrannosaurus rex' o el Velociraptor, antes de dispersarse por el mundo.

Barreras climáticas

«Podemos ver que no había barreras físicas que impidieran la migración» en Pangea, recalca Nathan D. Smith, investigador del Field Museum. El interrogante aún sin resolver es por qué unas familias de dinosaurios se asentaron en unas regiones y no en otras. En Norteamérica triunfaron los carnívoros, pero no se ha hallado un solo fósil de los grandes herbívoros de cuatro patas que sí proliferaron por la misma época al sur del continente.

El paraje de Nuevo México donde murió el 'Tawa' estaba entonces muy próximo al ecuador. «Nuestra conclusión es que posiblemente el clima, relacionado con la latitud, controló la distribución de algunas especies de reptiles. Creemos que todos los grandes grupos de dinosaurios pudieron llegar hasta Norteamérica a finales del Triásico, pero por alguna razón sólo los carnívoros encontraron allí un entorno climático apropiado para prosperar», refrenda Irmis.

Además de confirmar el hecho migratorio, el 'Tawa' -'dios sol', en la lengua hopi de los indios pueblo de Nuevo México- tiene un valor añadido para la paleontología. Sus rasgos mestizos permiten rellenar huecos en el árbol evolutivo de los dinosaurios terópodos primitivos. Los ejemplares de 'T. hallae' de Nuevo México tienen características, como la pelvis, compartidas por especies más antiguas como el singular 'Herrerasaurus' -un carnívoro hallado en Argentina en los sesenta- y otras comunes a especies posteriores y a las aves de hoy. Es el caso de la 'neumatización' ósea, huesos con cavidades rellenas de aire en la zona craneal, los oídos y también en partes de la columna vertebral, que aligeran el peso del esqueleto. Significa que este rasgo en mucho más antiguo de lo sospechado antes.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla Dinosaurios emigrantes

Dinosaurios emigrantes