«A veces me pregunto cómo aguantamos todo esto sin revelarnos contra todo»
El popular rostro televisivo regresa a sus orígenes teatrales con una comedia negra en la que reflexiona sobre el instinto asesino que habita en cada ser humano
A. CORBILLÓN
Jueves, 16 de abril 2009, 11:24
Absorbido durante años por su carrera de intrépido reportero del 'CQC', pocos sabían que Sergio Pazos (Sandiás, Orense, 1965) llevaba muchos años levantando y bajando telones en su Galicia natal. Acabado el fulgor de los hombres de negro que capitaneaba El Gran Wyoming, Pazos ha diversificado su carrera con el mismo aire 'espídico' que mostraba en el irreverente informativo de Telecinco.
Ahora se multiplica como actor y productor teatral en 'Maté a un tipo', una obra que se estrenó hace dos meses y que estará dos días en la Sala Cervantes de Valladolid. Le da réplica Tonino Guitián, compañero televisivo y que mantiene su perfil de 'intelecto frío'. Por supuesto, es una gamberrada que, tras las carcajadas, intenta exorcizar al asesino que, dicen, habita dentro de cada uno de nosotros si se dan las circunstancias.
-Si hacemos apología del crimen justificado todo el mundo parece ser culpable de algo: banqueros, empresarios, el Vaticano...
-Sí, 'Maté a un tipo' pretende ser una crítica soterrada de la sociedad en la que vivimos, en la que no pasan más cosas de milagro. Creo que tenemos un mensaje genético de supervivencia muy fuerte. Somos el animal más agresivo que existe en la selva. Sólo las normas, la cultura y la ética y el saber vivir y tener autosuficiencia nos han ablandado. Yo me sigo considerando un 'explorador' de la sociedad con ansias de 'asar' algo.
-Pero también nos hemos dotado de la risa para liberarnos de nosotros mismos.
-El humor nos ayuda a superar mucho mejor los problemas que tenemos, tanto individuales como colectivos. Por ejemplo, para reírnos de esta mierda de crisis de la que no tenemos la culpa nosotros sino unos impresentables que se han forrado a nuestra costa. Aunque nos hemos aburguesado e individualizado tanto que ya no tenemos espíritu conjunto.
-¿Cómo se articula todo esto en una comedia negra?
-Bueno, de entrada es muy divertida en sí misma. El trasfondo también quiere ser una invitación a disfrutar un poco más de lo que tenemos, que puede desaparecer en dos segundos. A veces me pregunto cómo aguanta el hombre del atasco diario todo lo que se le viene encima y no se revela allí mismo, contra todo y contra todos.
-Y dentro del humor, 'Maté a un tipo' se ríe de la muerte.
-Es curioso cómo las sociedades modernas nos han ido aislando de la muerte a pesar de ser el único animal que somos conscientes de que nos moriremos. Cuanto antes nos demos cuenta y nos riamos con ella, mucho mejor.
-La gente imagina a Sergio Pazos como puro frenesí y a Tonino Guitián como un cerebro agudo pero inmóvil. ¿Están cómodos ambos con este cliché?
-Es que a mí el personaje me tiraba, aunque espero sorprender al público con más registros. Mientras que Tonino tiene algo especial con el público. Sale, se queda quieto, y la gente ya se está 'meando' de la risa.
-¿El escenario minimalista es para que no 'tape' a los actores?
-El guión es tan bueno que no hacía falta mucho más. Nuestro escenógrafo concibió un decorado de tela de araña que refleja todas las trampas sociales. Y lo logró con poco más que unos biombos. Es muy modular y permite adaptarlo a escenarios pequeños.
-¿Cómo se lleva el ser productor y actor a la vez?
-Bien, siempre que el escenógrafo o el director no pidan demasiado. Conocía a casi todo el equipo así que, como productor, aún no me he llevado ningún sobresalto. Ahora queremos intentar recuperar lo invertido y, sobre todo, disfrutar. Esperamos estar un par de años de gira por España y Sudamérica.
-¿Les será fácil simultanearlo con otros proyectos?
-Esperamos que sí, porque lo bueno del teatro es que te exige los fines de semana pero puedes 'trampear' el resto del tiempo con otros proyectos en cine o televisión. Es muy difícil vivir sólo con el teatro de fin de semana.
-¿En qué más anda ahora?
-Cine muy poco. De televisión tengo cuatro o cinco proyectos, he hecho varias grabaciones 'piloto', hemos presentado un guión de un programa sobre sexo, otro de verano sobre terrazas... pero para que salgan es muy complicado.
-Aunque es un rostro de la 'tele', viene del teatro 'de siempre'.
-Sí, empecé con una compañía orensana y después hice un montón de clásicos con el Centro Dramático Galego y después llegó la televisión gallega y empezaron las 'cositas' en Madrid. Así es esta profesión que hoy estás con cinco cosas y mañana no te llama nadie.
-¿Exige más que la pantalla?
-Sí, te obliga a trabajar más. La tele también es mucho trabajo pero es más rápida, las cosas pasan, se graban y ya está. En el teatro cada día empiezas de nuevo y no te puedes despistar. Hay que tener físico, fondo, voz y defender el personaje todos los días, no sólo para una grabación. El cine y la tele te dan la popularidad para que te vuelvan a 'mirar' en teatro. Hay que agradecérselo, sobre todo si te deja hacer cosas decentes, no lo que se está haciendo ahora.