Carlos Chaouen, en Valladolid

D esde que llegó allá por el 98, Carlos Chaouen no ha parado de componer y de investigar su particular ego artístico repleto de musas, lazos interculturales y ocasionales cuestiones sociales. Hoy viernes Carlos Chaouen actuará en la sala Porta Caeli de Valladolid. Su último trabajo 'Horizonte de sucesos' vuelve a colocarle en un logrado estatus de credibilidad.

-En su último disco parece haber controlado casi el cien por cien de su elaboración. ¿Estamos ante el trabajo más 'Chaouen' de todos sus discos?

-Creo que es el más mío de todos, por supuesto. Después de estar diez años tocando tenía ganas de hacer un disco muy personal. No solamente en la composición sino también en la sensación... No sé. Necesitaba hacerlo así tomando responsabilidades de todo tipo, grabándolo y demás.

-Entonces, también habrá sido su disco más agotador ¿no?

-Sí, pero no me arrepiento absolutamente de nada. También ha sido un disco muy dubitativo porque soy un hombre de dudas y te puedes imaginar cómo he estado en este disco llevando el control de todo un poco. Pero sí: ha sido un disco muy agotador aunque volvería a hacerlo otra vez.

-¿Qué le sigue inspirando al Carlos Chaouen cantautor?

-Pues creo que lo mismo de hace diez años cuando empezaba. Tengo la sensación de libertad y de obligación de ponerme a escribir. Necesito estar constantemente componiendo porque así me siento libre. No hay algo concreto que me inspire. Son más bien cuestiones anímicas en general.

-¿La política le quita cada vez menos el sueño?

-No me estimula para nada a la hora de hacer canciones. Se dice que la canción puede ser un arma de utilidad política. Yo cada vez desconfío más de que una canción tenga esa utilidad. Sí puede tener un efecto político en la conciencia individual de cada uno, pero poco más.

-Lleva toda una vida componiendo temas en torno a la mujer. ¿Se la puede llegar a conocer después de tratar tanto sobre ella?

-Creo que la mujer es un mundo imposible de conocer para un hombre. Muchas veces utilizo a la mujer en mis canciones desde un punto de vista muy metafórico... aunque siempre acabo hablando de ella.

-¿Le ha dado más gustos que disgustos hablar sobre ellas?

-Más gustos (risas). Hombre... siempre hay algún disgustillo por aquello de que la interpretación es libre y susceptible. Pero por lo general, gustos.

-¿La poesía va ligada a la música en su caso?

-Para mí sí en el sentido de que hago música y letra a la vez. No puedo evitar de hacerlo así. Es algo que me sale a la vez.

Músicos vallisoletanos

-Ha trabajado con un montón de músicos vallisoletanos. ¿Cómo se trabaja con los músicos de Valladolid?

-Es gente tranquila... y que tiene mucho rigor. Y el rigor es algo que se echa de menos a veces en el mundo de los músicos. También son muy nobles. Si se les quiere buscar algún defecto podríamos decir que son algo fríos... pero tienen ese rigor del que hablo que les hace muy valiosos.

-Recientemente ha colaborado en el disco del pucelano Santiago Iglesias. ¿Cómo fue esa colaboración?

-Bien. Nos conocíamos desde hace algún tiempo. Me lo pidió y a mí me pareció bien porque tiene unas canciones que me molan muchísimo. Es un tío que compone muy bien. Fuimos a grabar al estudio del gran Pitti y salió un trabajo, creo, muy bueno.

-¿Hay algún secreto para sobrevivir en la música trabajando ajeno al rollo mediático?

-Creo que sí, hay una clave que se basa en la honestidad, en el no engañar a nadie ni a ti mismo. Y finalmente en que muchas veces no hay vuelta a atrás (risas).