El 'Lignum Crucis' de Santo Toribio de Liébana congrega a miles de devotos en la capital
El obispo define de momento histórico la llegada de la venerada reliquia a la ciudad
SARA MINGUEZA
Domingo, 28 de septiembre 2008, 04:29
Miles de personas se reunieron ayer en torno a la plaza Fray Diego de Deza de la capital para recibir y venerar el 'Lignum Crucis', el trozo de la cruz de Cristo que llegó desde el municipio santanderino de Liébana, donde permanece durante todo el año.
La reliquia de madera está incrustado en un relicario de plata dorada con forma de cruz y cabos flordelisados, de tradición gótica, y que fue realizado en un taller vallisoletano hace el año 1679. Posteriormente fue reformado en varias ocasiones, la última en 1972.
La cruz estuvo custodiada por las clarisas en el convento de Santa Marina hasta las 19.30 horas que fue cuando seis cofrades portaron un el palio para sacar a la reliquia en peregrinación hacia la iglesia de San Ildefonso. El obispo de Santander, Vicente Jiménez, portaba la reliquia y junto a él, el prior del monasterio de Santo Toribio de Liébana y el párroco de Potes, localidad aledaña al lugar donde se encuentra el 'Lignum Crucis'.
Tras ellos caminaban todos los peregrinos que se han desplazado a la capital para honrar a la reliquia y para asistir al IV Congreso Internacional de Hermandades y Cofradías de la Vera Cruz.
Las campanas se hacían oír por toda la ciudad mientras la cruz rodeaba la plaza de Fray Diego de Deza, en dirección a la iglesia de san Ildefonso. Allí es donde esperaría el obispo de Zamora, Gregorio Martínez, que recibió con un beso a la cruz llegada desde Santander. Antes de la entrada a la catedral, la reliquia fue fotografiada por los miles de fieles que se encontraban en la plaza y que posteriormente abarrotarían la parroquia.
Agradecimiento
«Quien tiene la cruz, posee un tesoro», con estas palabras comenzó el prelado de Zamora las vísperas de recibimiento a la reliquia. Asimismo quiso agradecer al obispo de Santander su presencia, así como a los numerosos fieles que asistían a la homilía.
Gregorio Martínez calificó como «una dicha para la iglesia de Zamora» la presencia de la reliquia y asimismo aseveró «que se trata de la más preciosa que existe y que toda la Diócesis lo agradece con todo el corazón».
Tras estos agradecimiento fue el turno del himno 'Victoria tu reinarás' que todos los fieles cantaron a coro. Mientras se celebraba la misa, tres párrocos confesaban a todos aquellos que lo solicitaban.
El obispo de Santander fue quien presidió el acto y posteriormente se dirigió a todos los peregrinos seguidores de la Vera Cruz. Tras saludar a su homólogo zamorano y agradecer la presencia de los creyentes, destacó «el trazado medieval de Zamora que está custodiado por un rico patrimonio espiritual, artístico y cultural». A continuación procedió a la lectura de un texto del Nuevo Testamento sobre la divinidad de Cristo. Asimismo, todos los asistentes recitaron el Padre Nuestro y escucharon a Vicente Jiménez abogar por el amor de Cristo y «no por las armas de la violencia y el miedo».
Devoción
Después de las vísperas llegó el momento más esperado, el de la veneración de la reliquia. Una enorme cola se formó desde el centro de la iglesia de San Ildefonso y hasta la puerta de salida, ya que todos querían acercarse a besar al trozo de madera en la que Jesucristo fue crucificado.
Después de las muestras de devoción de los feligreses, el acto religioso se trasladó al interior de la catedral. Allí tuvo lugar el concierto 'Cuaresma, Pasión y Resurección', a cargo de la agrupación local e instrumental del Alollano.
Hacia la medianoche de ayer tuvo lugar el vía crucis 'Jesús Rey de Mártires' que salió de la iglesia de San Ildefonso e hizo un recorrido solemne por todo el casco antiguo.
Por otra parte, los participantes en el congreso de cofradías del la Cruz visitaron los puntos clave de la Zamora histórica.
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