Homenaje a un artista
La obra del desaparecido artesano de la madera Fermín Iglesias se expone en la Biblioteca como homenaje póstumo de su familia para que se le recuerde
NURIA ESTALAYO
Viernes, 21 de marzo 2008, 01:07
La obra de Fermín Iglesias Gama sigue viva y así lo desean demostrar sus hijos con un homenaje a la figura del artista en el segundo aniversario de su fallecimiento. La Biblioteca de Aguilar de Campoo acoge hasta el 31 de marzo 19 obras del artista de las casi 5.000 piezas que nacieron de la mano del escultor y ebanista a lo largo de su vida.
Fermín Iglesias nació en Becerril del Carpio, un pequeño pueblo al norte de Palencia, el 24 de diciembre de 1931. Desde pequeño su gran afición fue la madera, pues su entretenimiento era buscar ramas y sacar lo que llevaban dentro. «A los cinco años, con una navaja ya tallaba figuras de las ramas mientras cuidaba el ganado», comentaba en las entrevistas de que fue objeto.
Fue trabajador de Renfe durante 35 años, ocupación en la que desarrolló diversos trabajos, desde conductor de trenes hasta trabajador de talleres en Valladolid, ciudad en la que vivió 22 años, trasladándose después a su pueblo natal donde residió hasta su fallecimiento el 27 de marzo del 2006, a los 74 años.
Trabajó diferentes maderas como el pino, negrillo o la madera de boj, pero sus preferidas eran el nogal, haya, roble y peral. De este último solía decir que «aunque es un árbol frutal es muy manejable».
Realizó varias exposiciones, entre las que destacan la de la Feria de Muestras de Valladolid y varias en Vitoria y otras ciudades. Su oficio lo siguen practicando dos de sus cinco hijos, Marcelino y José Iglesias Retenaga. La afición también le ha llegado a uno de sus nietos, Kilian Iglesias, que a sus 9 años ya ha tallado alguna figura.
Con este homenaje, sus hijos pretenden «que se reconozca a nuestro padre como un artista», señala Marcelino Iglesias. Las obras de Fermín están repartidas por toda la geografía española, sobre todo en el norte de la Península. Las albergan desde casas particulares hasta restaurantes e iglesias. Pero gran parte de su trabajo sigue adornando su casa en Becerril del Carpio donde reside su mujer, Ana María Retenaga.
Su enorme colección es una de las características que más llaman la atención. Para la exposición se han traído 19 muestras. Entre ellas se encuentra la talla de un Cristo de dos metros que el artista comenzó a trabajar hace 22 años. También figuran varias de sus primeras obras, algunas con 50 años de antigüedad. Una cama tallada y un gran cuadro que representa la construcción de la carretera de un pueblo también pueden ser admiradas.