El poderoso elixir de Inés Sastre

LA consigna parecía ser: ¿que no cunda el pánico! El miércoles, en Madrid, había una expectación enorme por ver el rostro de Inés Sastre, escrutar sus ojos y la amplitud de su sonrisa en la primera aparición pública de la modelo en España tras su reciente divorcio. Pero Inés pasó la reválida sin que le temblara el pulso. Algo más delgada y envuelta en un elegante vestido de Valentino elegido por ella misma, Sastre presentó la nueva colección de perlas australianas Kailis, de las que es imagen desde hace más de tres años.

'Elixir' es el título que da nombre a una serie de joyas entre las que figura el collar de edición limitada que lucía la modelo, una pieza diseñada con una imponente perla, un diamante rosa tallado a mano y oro negro. Con algo así colgado del cuello se sentiría segura cualquier mujer, pero es que además Inés Sastre ha decidido tomarse con filosofía lo que se publica sobre ella. «Se ríe de lo que dicen algunas revistas más de lo que imaginamos», explicó alguien de su entorno. Sin embargo, la propia Inés puntualizó que desde que es madre le preocupan «algo más» los rumores y las especulaciones que levanta a su paso, «porque ahora también hay un niño implicado». Es de suponer que sobre todo le habrán dolido las críticas que le dedicó una ex empleada doméstica, que llegó a poner en tela de juicio su papel como madre.

No más de dos días

Llegada expresamente de París para el evento, Inés comentó que pensaba pasar la noche en Madrid, pero que al día siguiente regresaba a casa, porque se ha propuesto no estar más de dos días separada de su hijo, Diego, que acaba de cumplir un año. Este verano, la modelo pasó dos meses junto al pequeño en Sotogrande, «porque se trataba de eso, de disfrutar de él al máximo». Pero las visitas de su todavía marido, Alex Corrías, fueron más bien escasas. Poco después, ella misma daba la noticia que confirmaba los rumores de distanciamiento en la pareja. Inés y Alex se separaban poco más de un año después de su boda, celebrada con la novia embarazada.

Apenas ha pasado un mes de aquel comunicado, pero Sastre, que a sus 33 años sigue arrastrando cierta aureola de rompecorazones y 'femme fatale', ya ha sido fotografiada en actitud cariñosa con un nuevo acompañante masculino. Si hace apenas unas semanas se le atribuía un acercamiento al padrino de su hijo, ahora hay imágenes más explícitas, que la muestran paseando por las calles de París de la mano de un fornido joven llamado Alexandre Hellmann, hijo del propietario de las salas de cine más importantes de la capital francesa. Quienes han realizado el seguimiento de la pareja aseguran que juntos pasaron el último fin de semana en el apartamento que Inés posee en la zona de Trocadero, con vistas a la Torre Eiffel. Y que él la visita allí a menudo.

Sin embargo, el miércoles, en Madrid, Sastre negó estar enamorada. «He pasado por una situación dura y ahora lo que necesito es recuperarme. Tengo muchos y buenos amigos que me apoyan y eso es lo que me hace falta en este momento», precisó. Siempre según su versión, todas sus energías están puestas actualmente en Diego, su hijo. «Vivo centrada en él», aseguró. «Estoy animada, en forma y jugando mucho al golf», zanjó la modelo. Así que habrá que concluir que es el golf, y no el amor, el poderoso 'elixir' que mantiene ahora mismo así de radiante a Inés Sastre.