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Una persona pasea por una calle de Arevalillo de Cega. / I. JIMENO
Puntos de atracción
SEGOVIA

Puntos de atracción

Cuentan en Arevalillo de Cega que durante la invasión francesa sus gentes escondían la comida en la cueva del Tocino

ISABEL JIMENO

Viernes, 12 de octubre 2007, 03:05

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El actual asentamiento en el que se localiza Arevalillo de Cega, como buena parte de la provincia de Segovia, se remonta a época de la reconquista cristiana, en torno a los siglos XI y XII, pero ya anteriormente hubo humanos poblando estas tierras a caballo entre la sierra de Guadarrama y la llanura segoviana. Y en este pequeño pueblo se han encontrado vestigios que lo demuestran. Restos arqueológicos localizados en algunas de las cuevas que salpican su término prueban que hace tres mil años ya hubo humanos viviendo por estos lares.

Asentado junto a la ribera del río Cega que cede su nombre al pueblo, Arevalillo disfruta de unos paisajes en los que se combinan la vegetación de ribera con los campos de cereales. Y en ese entorno, dos lugares emblemáticos para las gentes del pueblo y con cierta importancia para ayudar a dilucidar la historia de la provincia.

Se trata de las cuevas del Jaspe y del Tocino, enclavadas en la cuenca del río Cega, cobijo de los antepasados que aquí pasaron sus días y que dejaron en ellas huellas de su paso por aquí.

La cueva del Guarda y, sobre todo, la del Tocino, es una de las grutas más emblemáticas que narran la historia de Arevalillo de Cega. Y es que dicen en este pueblo segoviano con menos de medio centenar de habitantes censados que en esta cavidad abierta en un farallón calcáreo, tras el despoblado de Bañuelos, los vecinos escondían los jamones de tocino de los cerdos para que no los requisasen los soldados franceses.

Era una improvisada despensa y escondite en una pequeña cueva allá en tiempos de la invasión francesa, a principios del siglo XIX, que por este curioso uso pasó a llamarse cueva del Tocino.

La riqueza en jaspe hace que con el nombre de esta roca sedimentaria se conozca a esta cavidad con grandes cámaras, adornada con numerosas estalactitas y estalagmitas entre las que se encontraron restos de cerámica campaniforme de la cultura del Calcolítico, conservadas ahora en el Museo Provincial de Segovia.

Y es que el paso continuado de los hombres por aquí ha deteriorado en buena parte este rincón de Arevalillo de Cega, un agujero con gran atractivo en el que no pocos se han querido adentrar.

Pero no es fácil recorrer su trazado, pues cuentan que hace años, unos pastores que cuidaban las ovejas por la zona se aventuraron a pasear por la cueva del Jaspe, pero sólo tras un largo rato, mucho miedo y bastantes rezos lograron salir de esta cueva del Jaspe, uno de los rincones que esconde el entorno de Arevalillo de Cega.Próximo pueblo: Collado Hermoso

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