«Con esta reforma laboral, la Inspección se limita a observar como se despide en Sada»

Poco después de ser elegido esta primavera en la Ejecutiva regional, Raúl Santaeufemia, se enfrentaba a dos procesos de cierres patronales, el de Lauki y Dulciora. Sin terminar el año, añade el más voluminoso en cuanto al número de trabajadores (139) dentro del mismo sector.

Para el secretario de Política Sindical y Empleo de UGT Castilla y León, la decisión de cerrar el matadero de pollos es una prueba más de que «la reforma laboral deja a estas empresas despedir legalmente pese a los beneficios que tengan. Antes, la Inspección de Trabajo podía actuar y frenar estas consecuencias, pero ahora se limita a observar como se despide dentro de la ley. La Administración podía llegar a paralizar un ERE, pero con la reforma laboral de 2012 no». Pero Santaeufemia busca también responsabilidades de puertas para dentro, en el Ejecutivo regional.

«La Consejería de Agricultura se lo tienen que hacer mirar muy bien y de forma urgente para que este tipo de situaciones no se repitan en el año 2017. El sector agroalimentario está registrando una sangría de empleo importante. La consejera, Milagros Marcos, no puede culpar siempre al Ministerio y a Europa de todo, por qué, ¿entonces dónde está su gestión? Existen rayas rojas que no se pueden cruzar y ello hay que decírselo a las empresas, aunque sean multinacionales. No se puede cerrar y estar de brazos cruzados», censuró el ugetista.

Para el sindicalista, el hecho de que al igual que Lauki también sea una multinacional, como es Nutreco, la que protagoniza el cierre de Sada, es una demostración más de que «Europa está haciendo poco para paralizar estos procesos».

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