Borrar
Ejemplares localizados en Rioseco.
Los vecinos que han rescatado del olvido a la rosa de Castilla

Los vecinos que han rescatado del olvido a la rosa de Castilla

Más de treinta residentes de diversos municipios localizan ejemplares puros de la variedad autóctona y ahora comienza una nueva fase para conseguir su recuperación

Víctor Vela

Jueves, 18 de febrero 2016, 22:06

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Era un paraíso de flores, un colchón de rosas el que había en torno a la noria del tío Emiliano, cerca del pueblo, allá por Camporredondo. De aquello poco queda. Ni la noria, ni las flores. Tampoco, por desgracia, el tío Emiliano. Pero su sobrino, Gaudencio Busto, 73 años, recuerda aquel rosal enorme que hoy habría sido joya de haber resistido el paso del tiempo. Se acordó Gaudencio de aquel vergel cuando el pasado mes de junio leyó en el periódico la iniciativa de la asociación Amigos del Pisuerga para recuperar la rosa de Castilla, la variedad autóctona de este tipo de flores. «Estoy seguro de que lo que allí tenía mi tío era de ese tipo, porque nunca nadie hizo injertos ni modificaciones. Eran de color rosa, muy olorosas...». La pena de hablar en pasado. Aunque... «Un hijo de mi tío me llamó al leer la noticia en el periódico y me contó que muy cerquita de allí había visto un rosal, igual a los que tenía su padre, que seguramente fueran parte de esa rosa de Castilla. Ojalá lo sean. Es mi deseo», dice Gaudencio.

Él fue una de las cerca de treinta personas que respondieron al llamamiento de Amigos del Pisuerga y enviaron fotos y referencias con la esperanza de que las rosas que tienen localizadas (en sus pueblos, sus patios, sus huertas) formen parte del tesoro autóctono. Luis Ángel Largo, presidente del colectivo que lanzó la convocatoria, cree que muchas de las referencias que recibieron lo son. «Estamos muy esperanzados. Hubo una respuesta importante de mucha gente, de varios puntos de la provincia, y en muchos casos parece que eran ejemplos claros de rosa de Castilla». Largo ya ha visitado algunos de ellos y ha disuelto las dudas. Ahora queda algo importante por hacer. Una segunda fase.

«Estamos en plena época de las podas. Esta suele darse entre el 15 de enero y el 15 de febrero, aunque como este año ha sido tan cálido quizá se pueda prolongar durante todo el mes. Por eso, invitamos a todas estas personas a que cojan esquejes y los planten. Incluso que los regalen. Es la forma de extender la especie y que la rosa de Castilla vuelva a ocupar un lugar importante», indica Largo, quien recibió noticias de más de 30 localizaciones de esta flor en la provincia y Palencia.

Llamó, por ejemplo, Elena Martín. Mandó fotos del rosal que su abuela plantó hace más de medio siglo en uno de los corrales de casa. «Los he visto allí toda mi vida. Y mi padre, que tiene 80 años, dice que también». Él se encarga de su cuidado. Y no tiene duda de que es una rosa especial. «El olor es totalmente distinto. La mayoría de las rosas actuales no huelen a nada. Pero esta... ¡Vaya que se nota!Cuando voy al pueblo corto unas pocas, me las traigo a Valladolid y conservan un perfume estupendo».

Llamó, por ejemplo, Enrique Carrillo, desde Villalón de Campos. Hace dos años trasplantó en su jardín un rosal que lleva «toda la vida» en una finca. «El olor es muy fuerte pero muy agradable. Tiene un color rosa pálido. Yla floración dura muy poquito, quince días, un mes como mucho», indica. Y como ellos, hubo también quien llamó desde Villamuriel, Casasola de Arión, Berrueces, Íscar, Arrabal, Medina de Rioseco, Valladolid capital. «La mayor parte cumplían las características», explica los convocantes de esta operación para salvar la rosa de Castilla.

Pistas para identificarla

El color rosa. El olor tan intenso. Los pétalos tupidos, redondos, aplastados. Una flor de tan pocos días. «Al final no interesa plantarla ni cultivarla;el mercado suele ir hacia la asiática, que florece varios meses», explica Luis Ángel Largo, quien confía en que, con la colaboración vallisoletana, se pueda recuperar una variedad que fue típica del sur de Europa, sobre todo en los jardines medievales (y con importantes usos medicinales), y que Hernán Cortés llevó a América.

Luis Ángel Largo explica que desde la asociación se intentarán poner en contacto con algunas de las personas que llamaron para conseguir algunos de estos esquejes y replantarlos en la capital. Su intención sería habilitar una zona en la ribera, al ladito del Pisuerga, para ello. Y que el Ayuntamiento llevara esta rosa a otros jardines de la ciudad. «Es una labor muy lenta, pero muy bonita. Si entre todos conseguimos conservar y reproducir esta especie, será un logro importante». Si cree haber localizado algún ejemplar, todavía puede ponerse en contacto con el colectivo a través de su web:amigosdelpisuerga.com.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios