Los ladrones dejan sin luz tres calles de Pedrajas al robar el cable de cobre
Los delincuentes actuaron cuando el alumbrado público estaba ya encendido
C. CATALINA
Jueves, 8 de diciembre 2011, 11:16
Tras el derribo y robo hace ya unos meses de un transformador situado en lo alto de una torreta y la inutilización del alumbrado público de un vial del polígono industrial Los Salvegueros en la madrugada del pasado sábado, los ladrones de cable de cobre han vuelto a actuar en Pedrajas de San Esteban. Los delincuentes esta vez dejaron inutilizado el alumbrado público de dos calles de nueva apertura, en concreto las denominadas Arrieros y Yeseros, así como una parte de la avenida de España, la correspondiente al tramo de la travesía de la carretera autonómica CL-602, en la parte más próxima a la zona industrial Los Salvegueros.
Los robos se produjeron cuando el alumbrado estaba encendido y fueron descubiertos en los dos primeros casos por los pocos vecinos que residen en las citadas calles y, en el otro, por los responsables de empresas particulares, a las que el Consistorio pedrajero tiene encomendado el mantenimiento de sus instalaciones eléctricas.
Aunque el valor del cable de cobre robado están aún sin cuantificar, el Ayuntamiento de Pedrajas de San Esteban ha cursado la correspondiente denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Íscar.
Las cantidades de cable de cobre robadas alcanzan los 775 metros lineales de cable trifásico, de los cuales 400 corresponden a la calle del polígono industrial Los Salvegueros, 100 a la calle Arrieros y 275 a la tercera calle, además de 300 metros lineales de cable de un solo hilo en la calle Yeseros.
Fuentes del equipo de Gobierno lamentan que la reposición del material robado para restablecer el servicio de alumbrado público se hace francamente difícil no solo por la propia cuantía del material sustraído y por el cuantioso coste de la mano de obra que será necesaria para su instalación sino también por el hecho de que el robo haya tenido lugar cuando el ejercicio económico del presente año está prácticamente acabado y, más aún, cuando las arcas municipales no andan sobradas para hacer frente a estos desafortunados gastos imprevistos.
