Aquel 26 de octubre de 1918 en el que se alzó el telón

El 26 de octubre de 1918 se alzó por primera vez el telón del teatro Juan Bravo, con la representación de ‘La alcaldesa de Hontanares’, del escritor Pepe Rincón Lazcano, a cargo de la compañía de la actriz Anita Adamuz, según recoge la publicación de la Diputación Provincial ‘Crónica de un teatro. Juan Bravo 1917-1989’. El actual director, Marco Costa, asegura que les ronda por la cabeza la idea de volver a recuperar y poner en escena este librito, informa Ical.

Su contenido explica que del 3 al 5 de diciembre de 1918, por la patrona del Arma de Artillería, San Bárbara, el teatro acogió la actuación de la famosa tonadillera Antonia Mercé ‘La Argentinita’, que volvió a encandilar al público segoviano en 1923. En esta primera década de vida del teatro también destacó la actuación de la conocidísima actriz Margarita Xigú, que representó la obra ‘Alimaña’, y las crónicas recuerdan el exitoso paso del músico Agapito Marazuela el 13 de enero de 1924. Cuatro años más tarde, el Juan Bravo cambió de propietario, de la familia Villoslada a Aurelio García, quien eligió como primer espectáculo un homenaje a los hermanos Machado. Esta curiosa publicación retrospectiva recoge el cartel que anunciaba el 14 de febrero de 1931 el Mitin Republicano, con las intervenciones de Antonio Machado, Ramón Pérez de Ayala, Gregorio Marañón y José Ortega y Gasset.

En las dos décadas siguientes, el teatro fue perdiendo fuerza; prácticamente funcionó solo como sala de cine cuando el empresario madrileño Maximiliano Álvarez no sólo se quedó con la regencia del Juan Bravo, también tenía los cines Sirenas y Victoria. En contadas ocasiones se colaba alguna obra de teatro o actuación musical, como las de Antonio Machín y Jorge Sepúlveda.

Luego, en los 60, pasaron por el escenario conocidos artistas como Rocío Jurado, Lola Flores, Juanito Valderrama, Antonio Molina y Manolo Escobar. Las revistas y las comedias coparon la programación del teatro segoviano en los 70, con actores y actrices como José Sazatornil, Pedro Osinaga, Florinda Chico, Lina Morgan, Cassen y Toni Leblanc.

A mediados de los 70, directores y actores denunciaron el precario estado en el que se encontraba el edificio, y se acometieron diferentes obras de mejora. Reabrió en 1977 con la zarzuela ‘La del Soto del Parral’ en un montaje de la Compañía Lírica Española.

El director del Juan Bravo, Marco Costa, afirma con rotundidad que «todos los grandes nombres de la escena española de todas las generaciones han pisado este escenario», tal y como recoge Ical. La lista es enorme: Ana Diosdado, Emilio Gutiérrez Caba, José María Rodero, Verónica Forqué, Victoria Abril, Fernando Fernán Gómez y Charo López, entre otros. Pero la situación no mejoró ni en 1980.

Apareció publicado en un diario madrileño que el teatro estaba en venta. El 1 de diciembre de 1982, recuerda Costa, la Diputación, bajo la presidencia de Rafael de las Heras, confirmó la compra del Juan Bravo a su propietario Aurelio García por 30 millones de pesetas.Y en enero de 1983 se cerró durante seis años y medio para acometer las obras de rehabilitación.

El Juan Bravo fue incluido en un proyecto nacional para recuperar teatros públicos y la Diputación Provincial puso 174 millones de pesetas para hacer las obras con la ayuda del Ayuntamiento de Segovia (12 millones), la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Segovia (30 millones) y el Ministerio de Administraciones Públicas (21 millones).

El presupuesto total de la obra superó los 346 millones de pesetas. Los 72 millones restantes fueron financiados por los ministerios de Obras Públicas y Urbanismo y de Cultura. Los trabajos comprendieron todo el edificio: arquitectura, ornamentación, pintura, con la incorporación de las nuevas técnicas de equipamiento escénico, iluminación, insonorización y detección y prevención de incendios. La Reina Doña Sofía acudió a la reinauguración del teatro Juan Bravo en 1989.

Marco Costa recuerda a Ical que, según consta en los archivos del teatro, entre 1995 y 2017 se han realizado 3.400 funciones, con la asistencia de más de 900.000 espectadores. En estas décadas, entre finales del XX y el arranque el XXI, han pasado montajes como los espectáculos de Els Joglars, el Ballet de San Petersburgo y piezas de ópera como ‘La Boheme’, y también los grandes nombres de la música de todos los géneros, de Josep Carreras a Raphael, Alaska, Luz Casal o Pereza.

Bajo la batuta de sus diferentes directores, el Juan Bravo ha vivido distintas apuestas escénicas que han conseguido mantener «la fidelidad del público». El actual recuerda que «con Toñi Arranz era un teatro más alternativo», y con Víctor Aranda, «montajes teatrales muy conocidos y de más presupuesto porque se podían acometer».

Apunta Costa que el centro lleva trabajando mucho tiempo con las futuras generaciones de espectadores, con una gran oferta teatral para colegios, incluso para los más pequeños, «con propuestas que duran apenas 30 minutos pero en las que están absolutamente concentrados». Para el público más difícil de enganchar, los jóvenes, la dirección busca montajes adecuados para ellos «que les sorprenden», con versiones actualizadas de clásicos como ‘Plauto’, aunando teatro de improvisación y fondos de escenario hechos con arena.

El emblemático edificio de la Plaza Mayor de Segovia luce desde noviembre una nueva imagen, interior y exterior. Este año del centenario, el teatro Juan Bravo va a acoger «numerosas sorpresas y una programación de altísima calidad», recoge Ical.

La famosa arcada de la fachada del actual Juan Bravo se remonta a 1881, a un proyecto del arquitecto Joaquín Odriozola. Hasta 1916 los arcos se quedaron ‘aislados’, hasta que un familiar del propietario del solar pidió autorización al Ayuntamiento para construir el teatro siguiendo el proyecto del arquitecto Caballero y Dorero, y se pudieron derribar las casas que había detrás. En 1917, se inició la construcción, como aparece reflejado en el frontón de la fachada principal, a cargo de Timoteo Villoslada, promotor y primer propietario. Antes, en la Plaza Mayor existió en el mismo sitio, detrás de la arcada, el teatro de verano ‘La Zarzuela’, que se construyó en un pabellón de madera con una sala para espectáculos de 200 butacas, palcos, escenarios y cuartos de artistas. La zarzuela ‘La Gran Vía’ se escenificó en 1882 en más de 15 ocasiones «con llenos diarios», recuerdan las crónicas. Era otra época.

En el teatro centenario acaba de empezar una nueva.