Los expertos denuncian el derribo de molinos por motivos ecológicos

Compatibilizar la conservación de la naturaleza y del patrimonio histórico e industrial es el camino. Y es posible, según dejaron claro ayer los expertos en molinología en el transcurso de la segunda jornada del congreso que estos días se desarrolla en el teatro Juan Bravo de la capital segoviana.

Los especialistas mostraron su preocupación por la deriva que está tomando, en algunas provincias españolas, la aplicación de una directiva europea que obliga a garantizar la permeabilidad de los ríos y el movimiento de las especies piscícolas. Según denunciaron, en algunos lugares se están derribando presas o molinos históricos para facilitar ese movimiento, de manera que se pone en riesgo una parte muy importante del patrimonio histórico industrial del país.

«Por supuesto, la directiva europea no obliga a demoler esas presas y molinos, pero hay confederaciones hidrográficas que lo están haciendo para dar cumplimiento a la norma, pues entienden que estas construcciones interfieren en la vida de los peces. Esto nos preocupa porque puede estar perdiéndose una buena parte de ese patrimonio que también debemos conservar», asegura José María Izaga, uno de los promotores de la organización en Segovia de este décimo Congreso Internacional de Molinología.

Los expertos creen que no hay motivo para que se dé esa incompatibilidad conservacionista, pues existen «estudios y técnicas que permiten garantizar la movilidad que necesitan los peces y la conservación del patrimonio histórico», afirma Izaga. De hecho, «estamos convencidos de que molinos y otros antiguos espacios industriales pueden utilizarse ahora como fuentes de producción de electricidad. Hay técnicas nuevas para producir electricidad evitando la emisión de dióxido de carbono, y esto también es contribuir a la conservación de la naturaleza. Lo que no se debe hacer es demoler presas y molinos sin tener en cuenta siquiera su valor histórico. Es un asunto que nos preocupa mucho», señala Izaga.

Hoy se celebrará la asamblea general de la Asociación para la Conservación y Estudio de los Molinos. Después se presentarán las conclusiones del congreso y se procederá a su clausura. Han sido setenta y dos los especialistas algunos procedentes de otros países los que han tenido oportunidad de debatir sobre el estado de una ciencia que suscita un gran interés.