El temporal desborda ríos y provoca estragos en la capital

La lluvia y el viento siguen siendo protagonistas en estas primeras fechas de año en la provincia salmantina, que sigue en alerta amarilla, y padeciendo las consecuencias de un temporal, que según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología, remitirá en cuanto al viento aunque no en las lluvías caídas.

La capital no se libra de las fuertes rachas de viento y en las últimas horas se han producido un buen número de intervenciones por parte de bomberos y la policía local. Es el caso del árbol caído en la calle Ignacio Loyola sobre el capó de un Opel Tigra -en la imagen- y que afortunadamente no ha tenido mayores consecuencias al encontrarse estacionado sin nadie en su interior.

Además, los bomberos tuvieron que realizar ayer varias salidas a lo largo del día debido a la intensidad del viento, aunque no se registraron siniestros graves. Los bomberos tuvieron que actuar en la calle Profesor Sáez, en el barrio del Oeste porque una chimenea amenazaba con venirse abajo. También acudieron a la calle San Justo donde había caído algunas ramas de un árbol y fue necesario sanearlo. Ya por la tarde, tuvieron que vigilar una fachada en Rector Lucena por desprendimientos y un cartel de obra o publicidad en la calle Francisco Montejo.

Más trabajo tuvieron en Béjar, donde su Cuerpo de Bomberos tuvo que realizar hasta 13 salidas hasta las nueve de la noche, la mayoría por caídas de ramas de árboles y algún desprendimiento de fachada. Tres de ellas fueron a la vecina localidad de Candelario.

En la capital salmantina el viento llegó a alcanzar rachas de hasta 60 kilómetros por hora que hicieron difícil pasear por la calle con el paraguas en la mano. La ciudad deportiva de la Aldehuela permaneció cerrada por el peligro de que alguno de sus muchos chopos pudiese caer.

El viento incluso sopló más fuerte en el Maíllo o Pedrosillo de los Aires, con rachas de entre 70 y 90 kilómetros por hora. En Colmenar de Montemayor llegaron a advertir a los vecinos que tuvieran cuidado por el estado de algunos inmuebles y el riesgo de desprendimientos.

Ríos en la región

La Confederación Hidrográfica del Duero informó hoy de que una quincena de estaciones de aforo de 13 ríos han alcanzado sus niveles de alarma en las provincias de Burgos, León, Palencia, Soria y Zamora, según informó en un comunicado el Servicio de Emergencias 112.

En estos momentos se encuentra afectada "prácticamente toda la cuenca": los ríos Tera, Negro, Órbigo, Valderaduey, Castrón y Almucera en Zamora; Luna Orbigo, Tuerto y Omaña, Bernesga, Esla y Cea en León; los ríos Pedroso, Arlanza y Arlanzón en Burgos; el Camesa, Carrión, Lucio, Pisuerga, Ucieza, y Valdavia en Palencia; el Duero y el Revinuesa en Soria; el Sequillo en Valladolid y el Támega en Orense.