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Jesús Posada y el alcalde posan con representantes salmantinos de la política durante la Transición.

«La crisis social se manifiesta en los últimos episodios de corrupción»

El ex presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, da nombre a una rotonda en Salamanca, inaugurada ayer por el político soriano

Cecilia Hernández

Martes, 16 de diciembre 2014, 12:46

«Hay que rendir agradecimiento a una generación de españoles que abrió camino a la democracia, al entendimiento entre los españoles y a su convivencia en libertad». Esta idea, expresada por el rey Felipe VI durante su discurso de proclamación fue repetida ayer por el presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada, durante la presentación del cuadro del monarca que puede contemplarse ya en el Salón de Recepciones del Ayuntamiento de Salamanca. Posada, que tomó juramento al nuevo rey el pasado 19 de junio, visitó la capital charra también para inaugurar oficialmente la rotonda Adolfo Suárez. La mañana se convirtió así en un encuentro entre el ayer y el presente, entre esa Transición mitificada por muchos y despreciada por algunos, y los aires de regeneración democrática que parecen protagonizar el panorama político actual.

El Salón de Recepciones del Ayuntamiento se llenó de rostros conocidos, algunos conocedores de primera mano de lo que fue la Transición. Personas, como manifestó Jesús Posada, en las que se reunían tres características, «la determinación en los objetivos a alcanzar, seguida de la disposición al diálogo y la voluntad de concordia». Cualidades que destacan, especialmente, en la figura de Adolfo Suárez, como apuntó también el presidente de la Cámara Baja, pero «también en el resto de españoles de la época, que estaban dispuestos a convertir a España en una nación moderna». Jesús Posada repitió varias veces ante los invitados congregados en el Salón de Recepciones la importancia de, en los tiempos actuales, imitar el comportamiento de los españoles de finales de los años 70, que «mantuvieron un diálogo permanente con aquellos que habían considerado durante mucho tiempo enemigos».

Un prisma para recordar que la concordia fue posible

  • Junto a la facultad de Derecho, institución de la que Adolfo Suárez fue alumno, se ubica la glorieta que desde ayer lleva el nombre del primer presidente de la democracia en España. Sobre ella, un monumento, formado por un prisma de tres metros de altura por uno y medio de ancho en cada una de sus caras, en el que se puede leer la mítica frase del político de Cebreros «la concordia fue posible», que también se encuentra escrito sobre la piedra del Edificio Histórico de la Universidad de Salamanca, y el epitafio del sepulcro de Suárez en al catedral de Ávila. Asimismo, los tres lados del prisma representan los tres poderes del Estado

«Esas pautas de conducta deben ser un modelo para los españoles de hoy», añadió Posada, que afirmó que hoy España se enfrenta también a «desafíos de extraordinaria gravedad y trascendencia». Circunstancia que tiene su parte positiva, según el presidente del Congreso, ya que «la economía va mejorando», pero que no oculta la grave crisis política en la que estamos inmersos. Un crisis que se manifiesta en la «profunda desconfianza de los ciudadanos en las instituciones políticas o en los episodios de corrupción que hemos presenciado en los últimos tiempos».

Invitación al diálogo

A juicio de Jesús Posada, ese bloqueo del sistema sólo puede resolverse a través de «la firme determinación de preservar y fortalecer el modelo de convivencia democrática que ha sido el mayor de los éxitos colectivos de nuestra historia».

De ahí que el pasado 6 de diciembre, día de la Constitución, el presidente del Congreso incitara a todas las fuerzas políticas a trabajar conjuntamente para lograr «una solución adecuada» a los problemas de España, invitando al «diálogo de todos los representantes de la sociedad civil». Así, añadió, ha de abordarse también «el desafío» planteado por «parte de la sociedad catalana».

Por su parte, el alcalde de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco, recordó como la ciudad, «en nuestro camino reciente hacia la democracia», disfrutó del «magisterio de personas claves como Tierno Galván o Francisco Tomás y Valiente». Sin olvidar, añadió, que fue en la capital del Tormes donde el que fuera presidente del Gobierno, Adolfo Suárez se licenció en Derecho.

Mañueco insistió en que es necesario «implicar a las nuevas generaciones en lo que fue la Transición, haciendo pedagogía si es preciso», para ayudar así a los que nos rodean a «construir una sociedad más justa y una España mejor».

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