El PSOE pregunta en las Cortes por las medidas a tomar por la Junta ante el cierre de Induraees

Los procuradores socialistas por Palencia, Consolación Pablos y Jesús Guerrero, han solicitado la comparecencia del consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León para que ofrezca explicaciones sobre la posición de la institución autonómica respecto al cierre de Induraees.

En esta misma línea, desde el PSOE se pregunta si se va a variar desde la Junta su política e impulsar un sistema de gestión pública para los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos en la Comunidad Autónoma y en qué medida va a afectar este cierre en Castilla y León.

En cuanto a los trabajadores, los procuradores socialistas quieren sabe si se va a tomar alguna medida para evitar el cierre y, en su caso, cómo van a ser atendidos los empleados de la empresa.

Pablos y Guerrero recuerdan que la planta de reciclaje de electrodomésticos, Induraees, ubicada en la localidad de Osorno, está al borde del cierre, según la información aparecida en los medios de comunicación. Hoy viernes 31 de marzo dejará de recoger material, medida que se ha comunicado a la Dirección General de Calidad y Sostenibilidad Ambiental de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta Castilla y León.

Parece ser que ahogada por las deudas que provocan los incumplimientos de los fabricantes de electrodomésticos, Induraees se asoma al abismo del cierre con las consiguientes consecuencias en materia de empleo. La plantilla está formada por 40 trabajadores, algunos de ellos personas con discapacidad de la Fundación San Cebrián, que hasta la fecha han cobrados sus salarios (en sus mejores momentos, llegó a tener 70 trabajadores). Las principales deudas, ya insostenibles, se arrastran con proveedores y bancos.

Según se apunta desde el PSOE, en el reciclaje de los aparatos, se ha detectado que los fabricantes de electrodomésticos han cobrado a los ciudadanos el canon correspondiente a cambio de hacerse cargo del reciclaje de los aparatos. Ese canon debería revertir en una Fundación de productores que a su vez se encarga de pagar a las plantas como Induraees. Es el impago de esos productores el que está estrangulando a la planta palentina que nació como pionera en Castilla y León. De esta forma, una planta que puede tratar 30.000 toneladas de residuos y que podía haber generado a pleno rendimiento 150 puestos de trabajo, está a punto de cerrar.

El Grupo Parlamentarios Socialista, consciente de la problemática, intentó mediante una iniciativa parlamentaria que la Junta variara su política con los RAES para que fueran declaradas Servicio Público estas plantas como ya sucede en algunas Comunidades Autónomas, pero finalmente el Grupo Popular rechazó la iniciativa.

Los procuradores concluyen señalando que el cierre de Induraees, si se consuma, tendría importantes consecuencias, además de las laborales. Se dejarían desatendidos cientos de ayuntamientos y comercios, especialmente los pequeños pueblos donde los fabricantes no quieren llegar. Y es que los fabricantes, para alcanzar los objetivos mínimos, se limitan a las capitales de provincia.