Los agricultores temen pérdidas históricas en los cultivos de regadío

El próximo sábado, 1 de abril, debiera producirse el arranque oficial de la campaña de riego, aunque en la provincia de Palencia solo podrá producirse en las explotaciones que se nutren de la cuenca del Pisuerga, que representan una minoría. Los embalses del Carrión, Camporredondo y Compuerto, que suman una capacidad de 165 hectómetros cúbicos, almacenaban ayer tan solo 71,8, una cifra que imposibilita de forma absoluta el comienzo del riego, si se tiene en cuenta además que es obligatorio reservar algo más de 50 hectómetros para el abastecimiento humano. Es cierto que las lluvias de estos días pasados y la pequeña capa de nieve que se ha generado en las montañas puede aportar algo de esperanza, pero se trata de una aportación claramente insuficiente para las necesidades de la cuenca. Además, las predicciones meteorológicas hablan de una primavera muy cálida y con escasa pluviometría, lo que se puede traducir en una «tragedia económica» para los más de 2.000 agricultores que trabajan las 50.000 hectáreas a las que dan cobertura los dos embalses.

Los responsables de todas las organizaciones agrarias coinciden en poner la voz de alarma en las graves consecuencias de un año tan seco que no se conocía en la provincia desde hace más de medio siglo. Algunos cultivos ya han comenzado a sufrir la falta de agua y los profesionales no se atreven a plantar la remolacha, que no saldría adelante si se mantiene la falta de lluvias. En el peor de los casos, tendrán que destinar parte de su explotación al barbecho, que conlleva también importantes pérdidas económicas.

En principio, la campaña de riego en la cuenca del Carrión no va a iniciarse el 1 de abril, que oficialmente representa la fecha del pistoletazo de salida, y los usuarios de la cuenca están convocados a una reunión el próximo 5 de abril para analizar la situación y comprobar si resultará posible comenzar a regar cuanto antes. A todo ello se une además la incertidumbre sobre si será posible trasvasar agua desde el pantano de Riaño. Los agricultores palentinos de la cuenca del Carrión están contribuyendo a sufragar los gastos de construcción de ese trasvase, ya que se benefician del agua, aunque será la Confederación Hidrográfica del Duero la que finalmente determine cómo se realice el reparto en función del agua embalsada.

Las organizaciones agrarias no se atreven a evaluar las pérdidas, aunque todos coinciden en que serán cuantiosas. Además, recuerdan que quizás sea un buen momento para que las administraciones reflexionen sobre la necesidad de habilitar infraestructuras que permitan almacenar agua para épocas de sequía como la actual, al margen de las opiniones de los movimientos conservacionistas. Asaja también ha urgido al Gobierno a que dicte cuanto antes el decreto de sequía para poder regular la situación que se está viviendo.