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El doctor Gil, del centro de salud de La Victoria, trabaja con la aplicación Medora 4.
Sacyl implanta un plan de Microsoft y Oracle para corregir los fallos informáticos

Sacyl implanta un plan de Microsoft y Oracle para corregir los fallos informáticos

La auditoría detecta problemas de exceso de complejidad, de muchas funciones acopladas y carencias en los procesos de pruebas

Ana Santiago

Domingo, 19 de julio 2015, 09:24

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Medora me demora. Ha sido la consigna reivindicativa de años de quejas y hartazgo de los profesionales de Atención_Primaria hacia una plataforma informática que no respondía a sus necesidades y a su falta de tiempo para la asistencia. Ahora, un paquete de medidas pretende cambiar el lema y la rima por el de mejora.

La Consejería de Sanidad ha implantado ya un plan de regeneración, que se prolongará al 2017 con vistas a que permita su necesaria y exigente evolución para incorporar nuevos sistemas y que lo haga sin fallos graves.

El punto de partida actual, tras los serios problemas del pasado mes de mayo (entre otros), es ya, así lo consideran los responsables sanitarios, «la estabilización» del sistema. «Funciona bien, razonablemente y nuestra red centinela no nos ha informado de nuevas incidencias graves, puede que en alguna ocasión el profesional tenga que salir y entrar de Medora, pero responde de forma ágil y efectiva», explica Rafael Sánchez Herrero, director general de Planificación e Innovación de Sacyl, a la vez que hace una demostración de su correcto funcionamiento desde su ordenador.

Tres fases para la evolución del sistema

  • Tres fases y tres años establece la auditoría para el plan de mejora de Medora. El primer paso, ya logrado para Sacyl, es el de la estabilización de la solución, algo previsto para este 2015 y que implica implementar las recomendaciones de forma progresiva de los fabricantes; evitar la infraestructura sobredimensionada y redistribuir en máquinas más pequeñas; mejorar el ciclo de desarrollo; optimizar los procesos de pruebas y verificaciones para nuevas versiones de Medora e implantar un proceso integral

  • de gestión de cambios. La segunda etapa, entre este ejercicio y el próximo, es la de la definición de la estrategia evolutiva que significa identificar necesidades de medio y largo plazo; las integraciones con otros sistemas y la definición de la hoja de ruta de futuros servicios. Por último, la tercera fase, entre 2015 y 2017, es la de implantación de proyectos con la extracción de servicios y la reducción progresiva de la funcionalidad.

Sacyl encargó una auditoría a las empresas que dan soporte técnico a la historia clínica electrónica de Atención Primaria, Oracle y Microsoft, con la finalidad de detectar debilidades y fortalezas del sistema y diseñar las recomendaciones técnicas que aporten no solo estabilidad sino que mejoren el rendimiento y permitan un desarrollo evolutivo funcional de una plataforma que va a necesitar sumar servicios, crecer en aplicaciones para dar respuesta a los profesionales, médicos y enfermeras, y a los pacientes. Y, además, siempre vivo.

Este informe de la situación de Medora que tiene su antecedente en otro de 2013 que ya puso en marcha 60 de las 90 actuaciones recomendadas revisa la plataforma desde un punto de vista técnico pero también organizativo y operativo.

En once años, y tras migrar datos de dos sistemas previos y diferentes, Medora ha visto sumar funciones y servicios y, en especial, el número de usuarios, al incorporar el acceso a la historia clínica de profesionales de Especializada. De esta manera ha pasado de 5.000 a 11.500 personas que acceden a la plataforma. Un largo camino de cambios, de la migración de datos desde los dos sistemas que convivían, el SIAP-WIN y OMI¬_AP, y que se habían repartido la geografía asistencial de Primaria y que además solo habían sino implantados en 32 centros de salud. Otros 230 estaban sin informatizar en las transferencias del Insalud. La aplicación web era entonces local, cada centro de salud operaba de forma individual, aislada. No había relación entre sus aplicaciones ni conexiones entre las bases de datos. Cada ambulatorio tenía su infraestructura, código y datos. La ventaja, que los problemas de uno no afectaban a otros. Las desventajas, todo lo demás: la falta de coordinación de datos, de comunicación para acceder a una historia clínica desde cualquier otro punto asistencial, las repeticiones de las historias médicas, hasta 600.000 duplicadas... Por ello, el año 2010 trajo la centralización y mejoras de accesibilidad y otros refuerzos para consolidar la aplicación hace ya dos años. Es ya Medora 4, multicentro. Se pasa así de múltiples aplicaciones reducidas a una gran aplicación que comparte todos los datos, explica el gerente de Sacyl, Eduardo García Prieto. Comienza así en 2014 el diseño de una nueva arquitectura, el del módulo de prescripción. «Un nuevo modelo de trabajo que permite implementar aplicaciones y servicios para Sacyl», explica el responsable sanitario.

Un parón general

Medora ha dado múltiples problemas generales, de lentitud y de caídas de sistema hasta que el 6 de mayo, el caos informático fue largo y global, dejaba la asistencia de Primaria desasistida. El problema concreto de ese día fue, sin embargo, nuevo. El día anterior, a las 23:15 horas, Sacyl lanzó un programa, un sistema de optimización de la base de datos. «El programa interpreta que algo, una consulta, de mucho uso, es un recurso muy escaso al que recurre el médico y provoca que el recorrido por el sistema sea complejo y largo. Eso provocó la saturación del sistema hasta que se detectó y corrigió», explica García Prieto. Pese a sus consecuencias no es el problema clave de Medora. La auditoría de Microsoft y Oracle va por otro camino. Detecta tres importantes puntos fuertes en_Medora y cinco de mejora. Señala así el informe la riqueza funcional. Aporta mucha flexibilidad, cada módulo ofrece muchas opciones; pero, sin embargo, esta característica es a la par un punto débil porque es demasiado abierto para lo que realmente utiliza un facultativo o enfermero. Un exceso de complejidad que solamente está aprovechada en todo o buena parte de su potencial por muy pocos usuarios y, a cambio, genera más problemas. Otro valor de la plataforma es la extensibilidad en base a creación de servicios web que han permitido en estos años aislar ciertas funcionalidades y dimensionar el entorno a demanda en caso de necesidad. Por último define como fortaleza el nuevo módulo de prescripción, un cambio imprescindible para la construcción de nuevos servicios como la receta electrónica.

Entre sus necesidades de mejora está así la dificultad de su mantenimiento de forma óptima por la complejidad del código; el alto acoplamiento provocado por las continuas y múltiples adaptaciones de una aplicaciones sobre otras; la alta dependencia entre las áreas de producción; y la escalabilidad vertical de los recursos en vez de horizontal.

Otro problema que afecta a Medora es el modelo de aplicación offline. Muchos consultorios no tienen acceso directo por falta de comunicaciones, de cobertura y el profesional lo que hace es descargar las historias clínicas del día en un portátil, las que va a necesitar, para después volver a incorporarlas en la central. «Esto, mientras no haya conexión, es una necesidad para nosotros, para dar atención a las zonas rurales y no podemos prescindir de ello», destaca García Prieto.

Con todo ello, el informe establece un listado de recomendaciones. Así, en primer lugar y respecto al dimensionamiento del entorno señala que la infraestructura con la que cuenta Sacyl es de servidores de alta gama, sobredimensionados en cuento a prestaciones hardware. Aconseja redistribuir en más máquinas pequeñas pero con capacidad de computo equivalente para primar la escalabilidad horizontal. Ello supone un menor impacto de los problemas sobre el usuario. Otra medida es la de disponer de nuevos entornos de pruebas que permitan mejorar los tests de calidad y para dar más vida al sistema recomienda potenciar la gestión de requisitos en base a los requerimientos reales de los usuarios; administración de las tareas y trazabilidad para tener una visión clara del estado del proyecto; gestión de pruebas de calidad del sofware; optimizar las bases de datos y de las consultas a nivel de código y aumentar la seguridad del entorno y la auditoría del sistema para un plan de mejora continuo. Asimismo, aconseja una mayor conexión entre los gestores y los usuarios.

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