El Programa Brotes propone convertir los bosques en aulas

Juegan, corren, se manchan y hasta cambian los roles que habitualmente cada uno tiene en la clase. El que es más listo, recoge peor las bellotas y el más trasto, es el más formal en el aula. La filosofía del Programa Brotes es ofrecer a los niños la posibilidad de conocer sobre el terreno la inmensa riqueza forestal de Castilla y León, además de despertar en ellos las ganas de aprender y conocer la naturaleza que los rodea. El próximo sábado día 21 se celebra el Día del Árbol para crear conciencia de la importancia de montes, bosques y pinares como fuente de vida.

La iniciativa de la Asociación de Forestales de España (Profor) incluye la pedagogía forestal dentro del sistema educativo para convertir los bosques en aulas, y a los forestales en profesores de una formación lúdica, práctica y diversificada.

El programa nació de forma experimental en el año 2011 en tres Centros Educativos (públicos, privados y concertados) de Aguilar de Campoo, Salamanca y Arroyo de la Encomienda (Valladolid). En la actualidad participan cuatro colegios, el CRA Ribera de Duero de Traspinedo, los dos de Aguilar de Campoo, el público y el concertado, y uno de Salamanca. En Aguilar con alumnos de Primaria y la ESO. Entre 600 y 700 escolares de Castilla y León participan en este programa.

"Es experimental porque en España no se había desarrollado aún una iniciativa de este tipo y se desconocía cómo iba a funcionar la metodología y su integración en la dinámica de actitudes, enseñar con el corazón, la cabeza, y las manos", afirma Silvia Fernández González, Gerente de la Asociación de Forestales de España.

Transmitir el conocimiento

"Cabeza para transmitir lo que sabemos y no contar lo que no sabemos, parece obvio pero a veces es complicado decir no lo sé. Corazón para transmitir ese conocimiento, lo que disfrutamos lo transmitimos de forma diferente. Y manos: hay que dejar hacer, probar e investigar a los alumnos".

Con estos principios, y siempre utilizando el monte o el entorno cercano como aula, los alumnos aprenden en el propio medio, actuando, tocando, investigando y aprendiendo a través de juegos y dinámicas. "Porque lo que aprendemos disfrutando se queda de forma más duradera en nuestra memoria".

Los niños aprender a reconocer las especies forestales de nuestro entorno cercano, los ecosistemas forestales, que el monte se gestiona y en ellos trabaja mucha gente; fauna y flora, entre otros temas. Todo aquello que tiene que ver con los montes, pero aplicado a lo que el alumno ve en su asignatura.

"Es una metodología nueva que aplicamos desde hace cuatro años, donde la incitativa es inculcar la pedagogía forestal en la escuela, pero impartida por un profesional. Un técnico que haga agradable y divertida la clase a base de juegos. Solemos salir una o dos veces al mes para dar la clase en el propio medio natural", afirma.

Además, también hay actividades para los padres y para los profesores, como ocurre en el Colegio San Gregorio de Aguilar de Campoo. "Todos aprenden a diferenciar sobre el terreno y aprender todo lo que no viene en los libros. Están en contacto con la naturaleza y es un aprendizaje integral".

En cuanto al Día del Árbol, Silvia Fernández manifiesta que "estamos en contacto permanente con la Junta de Castilla y León, con la que trabajamos en conjunto y muchos de nuestros casi 300 socios trabajan en la consejería de Medio Ambiente".

Sobre las actividades que se realizan el 21 de marzo, matiza que "nosotros, en lugar de plantar, lo que haríamos sería cortar. Aunque los ecologistas digan lo contrario, cortar no es malo para el monte, siempre que lo haga un profesional y sea necesario por la enfermedad de un árbol o para aprovechar y promover el uso de la madera que tenemos de una forma sostenible y sin dañar los recursos naturales. Para plantar, el mes ideal es enero por el tipo de árboles que tenemos en Castilla y León".