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TRIBUNALES

La juez dice que la versión del acusado del crimen de Casavegas «cae por su propio peso»

La magistrada de San Vicente de la Barquera acuerda, tras oír a las partes, que Juan Carlos P. V. siga en prisión «por el riesgo de fuga»

MARIÑA ÁLVAREZ

Martes, 15 de octubre 2013, 17:55

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El presunto homicida de María Cruz Gutiérrez, la mujer hallada muerta en una pista forestal de la localidad palentina de Casavegas, esperará su juicio en la cárcel. La titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de San Vicente de la Barquera ha decidido mantener la medida de prisión provisional para «asegurar la presencia» de Juan Carlos P. V. en el proceso, por el «riesgo de fuga», por la «importante pena» del delito de homicidio que se le imputa (de 10 a 15 años), y porque además él ya estuvo fugado desde que el 18 de septiembre se produjeron los hechos hasta que fue detenido el día 20 en Santander.

Es el resultado de la primera toma de contacto del Juzgado de San Vicente con esta causa, desde que el juzgado de Cervera se inhibiera por regir el domicilio de la víctima en casos de violencia de género en Cantabria. El detenido fue trasladado a San Vicente desde la cárcel ahora está en El Dueso en una patrulla con los cristales tintados, entrando en la sede judicial por los garajes, sin contacto alguno con el exterior ni con las personas que estaban en el edificio. Se trataba de evitar cualquier posible confrontación con familiares y allegados tanto de la víctima como del arrestado, aunque a esta audiencia, celebrada a puerta cerrada, no acudió nadie más que los propios abogados.

La finalidad de esta comparecencia fue abordar si procedía, o no, mantener las medidas cautelares de prisión acordadas el 23 de septiembre por el juzgado de Cervera. No hubo interrogatorio al detenido se hará más adelante, al que tan solo se le preguntó si deseaba declarar algo, a lo que él contestó que «no». En el encuentro, tal y como consta en el auto, el Ministerio Fiscal y la abogada de la acusación solicitaron que se mantenga la prisión provisional comunicada y sin fianza; mientras que la defensa pidió la libertad provisional con fianza con comparecencias en el juzgado. Este último argumentó que no es necesario prorrogar la prisión para garantizar la presencia del imputado en el proceso, porque dijo que Juan Carlos no se va a fugar por su «arraigo familiar» en Caloca (Vega de Liébana). Justificó, además, las contradicciones que pudieran existir en su declaración ante la Guardia Civil, al advertir que se trata de una persona «sencilla» envuelta en una situación de extrema gravedad, y pidió que sus palabras se examinen en conjunto. Además, lamentó que la defensa no hubiera tenido acceso a todos los autos y, finalmente, solicitó que se le impusiera una fianza ajustada a sus medios económicos.

Sin posibilidad de defensa

Para el fiscal, sin embargo, Juan Carlos debe seguir en prisión «al persistir los motivos» que recientemente llevaron a dictar esta medida, y también atiende al «riesgo de fuga» por las elevadas penas que lleva aparejadas el delito que se le imputa. Cree que el detenido, tras discutir con María Cruz, le asestó seis puñaladas y que los indicios de la autoría se desprenden de la propia declaración del acusado, que considera «chocante», porque aunque admite que cogió un objeto contundente, tipo destornillador, luego niega haberla agredido.

La abogada de la acusación piensa que los «indicios y pruebas» son suficientes para considerar que Juan Carlos mató a María Cruz, tanto por los restos de sangre hallados en el coche y en la ropa del detenido, la trayectoria de las puñaladas y las marcas de que el cuerpo fue arrastrado. Añade que el ataque fue «sorpresivo» y que no pudo defenderse porque iba conduciendo, dejando abierta la posibilidad de que el delito pase a calificarse como asesinato.

Con todo, la magistrada-juez, María José de Arriba, piensa que hay «bastantes motivos para considerarle responsable del delito». No le cabe «ninguna duda» de que el día 18 Juan Carlos y María Cruz estuvieron juntos «y todo indica que fue él el que le causó la muerte». «Su versión cae por su propio peso», mantiene la jueza, que no se cree que él se marchara en el coche dejando en esa pista a María Cruz y regresara a los cinco minutos, como dijo él, y ella hubiera desaparecido. Por todo ello, decidió mantener la prisión provisional, decisión que puede aún ser recurrida.

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