El vandalismo y la falta de proyectos llevan a la ruina a los bloques del parque de Las Norias

El lamentable aspecto que ofrece a día de hoy la desvencijada azucarera Santa Victoria, núcleo central del flamante proyecto de reconversión de un antiguo terreno industrial en una pomposa zona verde, dista mucho de aquel idílico 'Central Park' del sur de la ciudad que vendió el Ayuntamiento el día de la multitudinaria inauguración del parque de Las Norias el concierto de Los Lunnis congregó a más de 10.000 personas hace exactamente seis años y setenta días.

Es probable que ni sumando todas las personas que han pasado por allí en este tiempo, incluidas las pocas que repiten, alcancen el número de espectadores de aquella actuación que puso fin a dos años de obras y a una inversión de 8,7 millones de euros. El parque, sin embargo, nació para morir debido al aislamiento de los terrenos las vías lo rodean a uno y otro lado y, sobre todo, a la falta de proyectos para dar uso a la enorme nave principal de la azucarera.

Si a todo eso se suman el vandalismo continuo al que ha sido sometido el recinto de nueve hectáreas, los robos de cobre, tejas, vigas... y los botellones, el resultado es un espacio sin más uso que el de las dos instalaciones deportivas las pistas de pádel y el rocódromo, algún concurso esporádico de barcos teledirigidos en su estanque y la presencia de los trabajadores de la Fundación Jorge Guillén, que ocupan desde 2010 uno de los dos chalés señoriales de la entrada el otro estuvo a punto de ser cedido a la Fundación Francisco Umbral, pero el proyecto duerme hoy el sueño de los justos.

La peor parte se la ha llevado el abandonado edificio principal de la azucarera, a cuyo peligroso interior puede accederse por un nuevo boquete abierto en la fachada, si bien lo más llamativo es su aspecto exterior, en el que ya queda ni un jirón de tela del singular trampantojo decorativo que ocultaba sus vergüenzas recreaba ventanas con escenas cotidianas de supuestos habitantes. Los agujeros muestran ahora las entrañas de la maltrecha mole industrial y su cubierta, además, ha volado literalmente. Su estado, en definitiva, bordea ahora la ruina.

A vueltas con Piensos Cía

Pero es que a todo esto hay que añadir los destrozos sufridos por la caseta acristalada destinada a albergar una cafetería de la que solo luce el cartel, una fuente sin grifo, unos baños cerrados a cal y canto y muros y bancos repletos de pintadas. El césped y los árboles, al menos, sí reciben los cuidados habituales por parte de los operarios de Parques y Jardines.

Eso es lo que hay y, lo peor, es que es lo que va a haber a medio y largo plazo. Así lo reconoce el concejal de Patrimonio, Manuel Sánchez: «En su día tuvimos alguna oferta y proyectos sobre la mesa se habló de residencias, contenedores culturales..., pero ahora mismo no se va a hacer nada, es una pena pero es así, ya que además no podemos tocar aquello hasta que se resuelva el proceso judicial que afecta a esos antiguos terrenos de Ebro y los de Piensos Cía el polémico esquinazo situado enfrente de Vallsur que acoge en la actualidad 460 viviendas».

Las edificaciones de Las Norias, en cualquier caso, son de titularidad municipal y dicho proceso judicial solo está pendiente de la ejecución de la sentencia dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) en 2007, y confirmada en 2009 por el Tribunal Supremo, que anulaba la modificación del Plan General de Ordenación Urbana que permitió una edificabilidad superior a la debida para los terrenos de Piensos Cía y, a cambio, el Ayuntamiento recibía las nueve hectáreas de la azucarera Santa Victoria, propiedad de Ebro-Puleva.

La oposición, vigilante

Pero el fallo advertía de que el suelo de Piensos Cía debió recalificarse como «suelo urbano no consolidado se clasificó de consolidado», lo que obligaría a Ebro y a las tres promotoras a ceder aún más dotaciones para uso municipal. Y en resolver esta cuestión siguen las parte implicadas Ayuntamiento, Ebro, Parquesol, Edificasa 2000 y Metrovacesa cuatro años después.

«La sentencia es firme y lo único que tienen que hacer es ejecutarla de una vez, aunque estaremos vigilantes para ver cómo se resuelve está cuestión de las cesiones en el nuevo Plan General», aclara el concejal y presidente provincial del PSOE, Javier Izquierdo, quien matiza que las instalaciones de la antigua azucarera «son municipales» y añade que «lo que hay aquí es una negligencia del Ayuntamiento por no ejecutar el fallo».

El edil de IU, Manuel Saravia, coincide en urgir «la ejecución de la sentencia para compensar el exceso de edificabilidad de Piensos Cía se construyeron 460 viviendas donde debía haber solo 160».