El 18% de los usuarios de Aspanis viven en pisos tutelados con plena autonomía

Limpian el baño (con los correspondientes cabreos), van a hacer la compra (como el resto de los mortales afectados por la crisis, dominan cada vez más las marcas blancas que merecen la pena) y se remangan para cocinar. Vamos, la vida normal de un 'currito' cuando termina de trabajar. Es el objetivo de Aspanis (Fundación Personas), que sus usuarios logren una plena autonomía y dependencia y que su día a día sea como el del común de la sociedad. Y en ese fin trabajan con su programa de pisos tutelados, en el que están incluidos ya 25 de sus 140 usuarios, lo que supone un 18% del total.

«Pisos tutelados en Palencia hay cinco y otro en Aguilar. Nos acaba de adjudicar la Junta otros tres pisos, que estamos habilitando para poder ponerlos en marcha en breve, ya que se demandan continuamente plazas», explica la coordinadora de residencias y viviendas tuteladas de la Fundación Personas, Luisa Blanco, que alude a «la satisfacción que se tiene cada vez que sales por Palencia y les ves y te saludan, porque es una integración absoluta».

Aspanis cuenta con 54 usuarios en su espacio residencial, a los que se les da atención a través de internado, y sesenta personas de externado (que acuden por la mañana al centro y que regresan por la tarde a sus casas), más los 25 de las viviendas tuteladas. «El objetivo para cualquiera de los que tenemos en régimen de internado es acudir a los pisos», agrega Luisa Blanco. «El traerles a los pisos para su integración en la comunidad no implica que no puedan realizar las tareas habituales de la vida diaria. Se trae a los pisos a los usuarios con unos niveles altos, aunque bien es cierto que cualquiera podría, pero el número de apoyos que necesitarían sería más grandes y, en este caso, lo que se pretende es no hacer por ellos lo que ellos no puedan hacer», hace hincapié Luisa Blanco.

El funcionamiento en un piso lo explica la coordinadora de pisos de Aspanis. «Por la mañana cuentan con el apoyo de una supervisión de monitores para que vayan vestidos adecuadamente. Se levantan sobre las 7:30 horas y acuden al centro ocupacional, a los talleres, y comen allí. Regresan a su piso sobre las 17:30 horas, y a partir de ahí, hacen ya su vida normal. Se van a casa y tienen que hacer sus tareas, limpiar, hacer la compra y organizarse para la cena. Ellos hacen la cena igualmente, ya por la tarde una monitora acude a las viviendas diariamente y supervisa esas tareas. Es supervisión, ellos cocinan y ella supervisa, nosotros procuramos que lo hagan ellos, una cena basada en unos menús que se elaboran mensualmente, también ellos, el día que les toca, hacen la compra de la semana, la monitora acompaña y hace el pago, pero todo lo gestionan ellos con autonomía», comenta Luisa Blanco, que incide en más aspectos de los usuarios de las viviendas.

«Los hay que acuden a un centro especial de empleo, que no es un trabajo normal, pero que hay que distinguirlo del centro ocupacional. Contamos con un centro especial de empleo que pertenece a la propia Fundación Personas, y tenemos otros usuarios que trabajan para otra entidad. Contamos con casos en que empezaron en el centro especial de empleo en limpieza, que estamos haciendo trabajos en la Gerencia, pero estas contratas se sacan a puja y el que da más se las queda, antes lo tuvimos nosotros y en la siguiente convocatoria se quedó otra empresa con la contrata y fue la que asumió a esos trabajadores, así que ahora están en una empresa normal, no en un centro especial de empleo», subraya la coordinadora de pisos y residencias de Aspanis.

«El centro ocupacional no tiene remuneración, aunque sí se hacen trabajos manuales y se les da una pequeña gratificación mensual para sus gastos. En el centro especial de empleo tienen una nómina normal, los centros especiales de empleo están subvencionados una parte por la Junta de Castilla y León. Todas las plazas en los pisos son concertadas a través de la Gerencia, las plazas en las viviendas tienen los mismos conciertos que el centro residencial, es la propia Fundación Personas quien hace los pagos a los dueños. Tenemos pisos en alquiler y también en propiedad, aunque el coste de la plaza no está en función de lo que cueste el piso», concluye Blanco.