Borrar
Consulta la portada del periódico en papel
INFRAESTRUCTURAS

Alta Velocidad debe devolver 65 millones al banco y aún no genera caja por el suelo

La sociedad del soterramiento preveía ingresar 108 millones en 2013 por la venta de terreno

J. ASUA

Jueves, 11 de octubre 2012, 16:18

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Está recogido en el denominado 'caso base', el documento de condiciones firmado entre la Sociedad Valladolid Alta Velocidad y el sindicato bancario que financia la operación del soterramiento. La entidad que gestiona la transformación urbana en Valladolid, formada por el Ministerio de Fomento, la Junta y el Ayuntamiento, deberá afrontar en 2013 la primera devolución del préstamo de 400 millones que le concedieron para pagar las obras. La 'factura' para el próximo año asciende a 65 millones de euros, 46 en concepto de amortización de capital y otros 19 millones de euros de intereses por un crédito al 6%. Esta cuantiosa deuda únicamente se podría saldar si el próximo año Alta Velocidad logra cumplir su objetivo de ingresar 108 millones de euros por la venta de parcelas, un reto más que difícil cuando el mercado inmobiliario sigue en una situación agónica.

¿Se sacará a la venta parte del suelo para testar su acogida? Aún no se ha decidido. Fuentes cercanas a la operación confirman la intención de la sociedad de convocar un consejo de administración presencial antes de final de año (el último se celebró en enero de 2011) para abordar, entre otros, este asunto clave.

Algunos de los socios serían partidarios de enajenar, al menos, las cinco parcelas destinadas a VPO en el entorno de Campo Grande, la joya de esta operación y la primera pieza de terreno que se liberaría tras el traslado de los talleres de Renfe a su nueva ubicación en el Páramo de San Isidro el próximo año. En esta área se dibujan 26 parcelas en las que entran 2.088 viviendas libres, 576 protegidas y 130.200 metros cuadrados de superficie comercial, en los que se incluyen dos torres de 90 y 110 metros. En principio, y en esta situación de profunda crisis, los pisos 'sociales' serían, por su precio tasado y por la demanda de compradores, los únicos con posibilidades, según consideran las fuentes consultadas. El alcalde, por su parte, ya advirtió el pasado mes de enero que la intención de la sociedad no es malvender los terrenos. «A lo mejor hay que ponerle un poquito de freno», decía, al mismo tiempo que recalcaba que el soterramiento en su tramo urbano es «irrenunciable»

Desde la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Valladolid (Aspriva) reconocen que el enclave es muy atractivo, pero acotan que si lo que se pretende es sacar las parcelas a subasta o venta directa, las promotoras no responderán. Dan por hecho que ningún banco va a conceder un crédito para la compra de suelo residencial cuando las entidades acumulan miles de viviendas en 'stock', que quieren colocar a toda costa para sanear sus balances. De ese grifo no va a caer ni una gota.

La única opción, plantean desde el sector, sería buscar «fórmulas imaginativas en la financiación». Léase, que las propias entidades que financian la operación constituyan hipotecas sobre las parcelas que se quieran sacar a la venta y las constructoras se subroguen a ellas para poder iniciar la obra. Los prestamistas lograrían así recuperar su dinero.

A día de hoy, se da casi por seguro que la sociedad tendrá que volver a sentarse en una mesa a renegociar el crédito con los bancos. Cabe recordar que el proceso para cerrar el préstamo de 400 millones con el que ahora funciona la sociedad se alargó durante casi dos años. BBVA, Banco de Santander, ICO, Caja Madrid, La Caixa y Caja España apretaron a tope después de constatar, tras un estudio de mercado, que el suelo liberado había perdido un 23% de su valor de 1.065 a 820 millones de euros como consecuencia de la crisis. Las obligaciones de pago para 2013 ascienden a 65 millones de euros y para el 2014 el 'caso base' recoge la obligación de devolver al sindicato bancario otros 80 millones, 65 de amortización de capital y 15 millones en concepto de intereses.

¿Y el túnel, para cuándo? De momento pueden estar ustedes tranquilos. Primero, tienen que concluir las obras de los nuevos talleres de Renfe, luego abordar la mudanza de los trabajadores a las instalaciones y, a partir de ahí, plantear qué hacer con la primera pieza de suelo liberado. En su última entrevista con El Norte, León de la Riva era claro: «Yo ya no pongo fecha al soterramiento», consciente de que dar un plazo es entramparse. En este tema ya se han pillado los dedos más de una vez.

¿Se mantendrá el proyecto para soterrar las vías en los seis kilómetros previstos o se planteará acortarlo?, ¿tendrán salida las viviendas dibujadas en Argales y Ariza? A estas preguntas, de momento, tampoco les podemos contestar.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios