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Románico Norte aborda una intervención de mejora en la ermita rupestre de Argés

teniendo en cuenta las peculiares características del edificio se plantea una actuación mínima, centrada en la mejora del sendero para facilitar el acceso al edificio

ICAL

Martes, 28 de agosto 2012, 19:22

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El equipo del Plan de Intervención Románico Norte, promovido por la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, está llevando a cabo una actuación en la ermita rupestre de San Pedro en la localidad burgalesa de Argés. Las singulares características del edificio, han hecho que los técnicos de la Fundación Santa María la Real, entidad encargada de la ejecución de las obras, planteen una intervención mínima.

Los restos de este eremitorio rupestre de San Pedro se encuentran ubicados sobre el río Ebro, excavados en un macizo de roca arenisca y rodeados de robles, encinas y chopos. El entorno está bastante adecentado, gracias a la labor del párroco, que se ha encargado de organizar brigadas de voluntarios para limpiar los espacios en los que se había ido acumulando la maleza.

El principal problema es que actualmente, el acceso al templo se realiza por un pequeño sendero, deteriorado y con un trazado deficiente, debido a la erosión. Presenta, además, una señalización inadecuada, ya que el cartel indicativo está situado en un lugar poco visible. Todo ello dificulta el tránsito hasta el eremitorio.

De este modo, teniendo en cuenta las peculiares características del edificio se plantea una actuación mínima, centrada en la mejora del sendero para facilitar el acceso al edificio. En concreto, se prevé la adecuación del camino desde la carretera provincial, la sustitución del cartel informativo y su colocación en un lugar más visible. Igualmente, se completará la labor ya iniciada por los vecinos en el desbroce de los alrededores de la iglesia y la eliminación de la vegetación en el interior del eremitorio.

Orígenes del templo

Para entender el origen de este templo debemos remontarnos, quizá, a los siglos IX y X. Época en la que las tierras próximas al Ebro experimentaron un importante impulso repoblador. En este momento, surgieron una serie de monasterios y pequeños núcleos de población organizados en torno a modestas iglesias, muchas de ellas excavadas en la propia roca.

Con el paso del tiempo algunas de estas construcciones se abandonaron mientras que otras se reformaron o ampliaron para acomodarlas a los nuevos usos litúrgicos, como ocurrió con el eremitorio de Argés. Actualmente, tan sólo queda una pequeña parte de lo que en su día fue este edificio, que constituye uno de los templos rupestres más representativos de la provincia de Burgos.

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