Un hombre se quita la vida después de herir con un hacha a sus suegros

Un hombre de 44 años, F. J. R. G., falleció ayer tras precipitarse desde el cuarto piso del patio de luces de un edificio situado en la calle Alfonso III El Magno, en Zamora, después de haber agredido con un hacha en la cabeza a los padres de su expareja que residían en dicho inmueble.

Se trata de un caso de violencia de género, como confirmó la subdelegada del Gobierno en Zamora, Clara San Damián, ya que el hombre tenía una orden de alejamiento sobre su expareja y sobre los padres de ésta. No solo existía esta medida cautelar, sino que el fallecido acababa de salir en libertad en enero de 2012 donde había cumplido una condena por malos tratos.

Era la una del mediodía de ayer cuando el fallecido acudió a la casa de sus exsuegros en busca de su expareja, según señalaron fuentes cercanas. Accedió al interior de la vivienda donde residía el matrimonio, de 72 y 68 años de edad, junto con su hija, que en ese momento se encontraba trabajando.

Gritos de auxilio

Por razones que se desconocen y sin haber trascendido el motivo por el que el fallecido quebrantó esta orden de alejamiento, comenzó en el interior de la vivienda una discusión, ya que según los testigos presenciales se escucharon gritos y mucho ruido. Fue en ese momento, en el que el fallecido protagonizó varios momentos de tensión dentro de la vivienda ya que según las mismas fuentes «se empezó a quitar la ropa y a tirarla por el balcón». Incluso varias personas señalaron que el hombre llegó a sacar parte de su cuerpo fuera de la ventana y algunos vecinos le gritaron desde la calle que no se tirara. Posteriormente, se escucharon gritos de «socorro, socorro» por parte de una mujer y en pocos segundos, todo quedó en silencio. Al parecer fue en ese momento en el que se produjo la agresión, ambas personas recibieron una herida con un hacha en la cabeza y tuvieron que ser atendidas posteriormente por el 112 y trasladadas al Hospital Virgen de la Concha. No obstante y a pesar de ser heridas de cierta gravedad, no se teme por su vida. Según confirmó la subdelegada del Gobierno, que visitó a los heridos en la tarde de ayer, ambos evolucionan favorablemente.

Fue después de la agresión y en tan solo segundos cuando el hombre «se precipitó al vació» al patio de luces de un edificio cuyo portal esta situado en la calle San Andrés, paralela al lugar donde ocurrieron los hechos. Aunque no está claro si el varón quería tirarse o escapaba del lugar de la agresión, todas las hipótesis apuntan a que se trata de un suicidio. Falleció en el acto y no se pudo hacer nada por salvar su vida.

Los mismos padres fueron los que avisaron a su hija de que el hombre se encontraba muy alterado en el interior del domicilio. La mujer, que trabaja en una tienda de ropa muy cerca del lugar donde ocurrió la agresión, llegó al lugar en evidente estado de shock. Entre lágrimas y junto con el apoyo de una amiga esperó en una de las calles aledañas hasta que los agentes la permitieron acceder al interior de la casa. Más tarde abandonó el lugar en la ambulancia que trasladó a sus padres al Complejo Asistencial de la Capital.