Desmantelado en La Seca uno de los dos asentamientos ilegales de inmigrantes rumanos

Uno de los dos asentamientos de ciudadanos rumanos instalados en La Seca desde primeros del pasado mes de junio ha sido abandonando por sus ocupantes después de que el alcalde de la localidad, Damián Recio, dialogara con ellos para convencerles de que debían desalojarlo sin tener que recurrir a la fuerza. Un segundo campamento improvisado, más pequeño y en el que aún permanece una veintena de personas, se espera que sea abandonado en los próximos días.

Según Recio, hace unas semanas se llegó a un acuerdo para que buscaran otro sitio, ya que las condiciones higiénicas en las que vivían eran deplorables.

En los próximos días se procederá a la destrucción del campamento abandonado quemando, limpiando y desinfectando la zona.

Condiciones deplorables

Desde que llegaron en junio, más de un centenar de inmigrantes de origen rumano han vivido en chabolas hechas de plásticos y cartones sin ninguna higiene y rodeados de las toneladas de basura que han ido acumulando durante estos meses. Se podía ver a niños de corta edad durmiendo sobre plásticos a 39 grados por el día y unos diez grados por la noche, mientras que el agua lo tenían que coger del pueblo o de las perforaciones de los alrededores.

Los inmigrantes, que según su propio testimonio habían llegado directamente desde su país de origen, argumentaban que venían a trabajar como temporeros en el campo. Pero la mayoría de los cultivos de La Seca son viñedos, y ahora casi el 80% de la vendimia se realiza con maquinas. El año pasado, centenares de rumanos se instalaron en la localidad en más de cuatro asentamientos durante la campaña de la vendimia.