Borrar
El obispo de Zamora, Fernando Valera Sánchez, en el altar de la Catedral de Zamora. DIÓCESIS DE ZAMORA

El nuevo obispo de Zamora recuerda a los enfermos y fallecidos en la pandemia y a los que sufren dificultades económicas

Fernando Valera ha tomado posesión en la Catedral en una ceremonia a la que han asistido 250 personas por las restricciones sanitarias

Alicia Pérez

Zamora

Sábado, 12 de diciembre 2020, 14:21

Comenta

El nuevo obispo de la Diócesis de Zamora, Fernando Valera Sánchez, ha recordado a los enfermos y fallecidos que están sufriendo el azote de la pandemia y a aquellos que padecen sus consecuencias de paro y dificultad económica en la ceremonia de ordenación episcopal y toma de posesión que se ha celebrado en la Catedral y a la que han asistido unas 250 personas debido a las restricciones sanitarias.

Monseñor Valera ha hecho referencia a los maltratados, los empobrecidos, los que viven las injusticias, los que están sufriendo el azote de esta pandemia en la enfermedad y en la muerte y en sus consecuencias de paro y dificultad económica.

En su primera alocución a los zamoranos, una vez ordenado obispo y haber tomado posesión, se ha referido a la Iglesia de Zamora como «una Iglesia significada por muchos templos de estilo Románico».

«Su misterio, su belleza y su sencillez en la línea dibujan, con carácter universal, una fisonomía propia del estilo de Jesús», ha manifestado el nonagésimo octavo prelado de una Diócesis con más de once siglos de historia.

El obispo ha destacado las profundas raíces de la Iglesia de Zamora. «Vengo a una Iglesia con raíces profundas, situada en la España recia, fecunda en esperanza», ha manifestado. Además, ha tenido recuerdos para su familia, su pueblo natal, Bullas (Murcia); la Diócesis de Cartagena y el Seminario de Murcia.

Antes de finalizar la eucaristía, el obispo ha recorrido la Catedral para saludar y bendecir a los fieles presentes mientras han sonado los aplausos.

Las puertas de la Catedral se abrían diez minutos antes de las 11:00 horas de este sábado para recibir al obispo electo, quien salía de su casa, anexa al Palacio Episcopal, acompañado por el nuncio de su Santidad, Bernardito Auza.

La Seo zamorana ya albergaba en su interior a 250 personas, entre ellas cerca de 20 cardenales, arzobispos y obispos, así como un centenar de sacerdotes. 

Destaca la presencia del cardenal arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez; el obispo emérito de San Sebastián y que fuera prelado de la Diócesis de Zamora, Juan María Uriarte; el administrador apostólico de León, natural de Toro, Julián López, y el obispo auxiliar de Valladolid y secretario general de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello.

Han estado presentes también la presidenta de la Junta Pro Semana Santa de Zamora, Isabel García, y los máximos representantes de la Policía Nacional y la Subdelegación de Defensa.

Durante el acto también ha intervenido el que ha sido durante más de un año administrador diocesano de Zamora, Francisco José Matías Sampedro, quien ha hecho una amplia radiografía de la situación de la Diócesis zamorana que se encontrará Fernando Valera. 

En este sentido, se ha referido a la larga historia de Zamora, a la España Vaciada y al envejecimiento.

«Viene a una diócesis con más de once siglos de historia y algunos más de fe cristiana ya vivida en estas tierras. Una Iglesia ubicada en la denominada España Vaciada, que empezó a serlo cuando usted daba los primeros pasos y que se ha ido desangrando a lo largo de estas seis décadas hasta despoblar los pueblos y convertirlos en lugares de gente mayor, resignados a su suerte, nostálgicos de tiempos pasados y sin más esperanza, en muchos casos, que el discurrir cotidiano. Esta España Vaciada, esta Zamora Vaciada, que demanda presencia, acompañamiento, interés, preocupación, respuestas institucionales, medios materiales, que la Iglesia está procurando ofrecer y llevar a cabo, con todas sus energías, para que el Evangelio tenga su impronta en el aquí y ahora de estas gentes, tanto en el crecimiento cristiano como en la promoción social».

También ha mencionado la preocupación de la Diócesis por la carencia de vocaciones sacerdotales y ha hablado del peso específico que tiene la religiosidad popular, con cofradías, hermandades, romerías y manifestaciones diversas, «muchas de ellas con una fuerte raigambre histórica, con un buen número de fieles asociados y simpatizantes, que pretenden el culto público de la fe, pero que se descubren necesitadas de mayor y mejor formación cristiana, y de purificación de modos y costumbres que eviten el quedarse en lo cultural o tradicional de aquellas y pretendan lo genuino y principal que ha de ser y significar lo religioso en ellas, sin desvirtuarlo, disolverlo o descafeinarlo en esos otros aspectos humanos importantes pero no nucleares».

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla El nuevo obispo de Zamora recuerda a los enfermos y fallecidos en la pandemia y a los que sufren dificultades económicas

El nuevo obispo de Zamora recuerda a los enfermos y fallecidos en la pandemia y a los que sufren dificultades económicas