El uso regular de internet reduce el riesgo de demencia según un estudio
Una investigación de la New York University School of Global Public Health monitorizó a 18.000 ancianos durante 17 años
Un estudio de la New York University School of Global Public Health ha demostrado que el uso regular de internet en ancianos disminuye el riesgo ... de padecer demencia. Más concretamente, los investigadores han descubierto que los usuarios de la red de redes tienen hasta un 50% menos de probabilidades de padecer la enfermedad respecto a quienes desconocen Internet.
«Estar online ayuda a mantenerse y desarrollar la reserva cognitiva -la capacidad que tiene nuestro cerebro de hacer frente a los cambios producidos por el daño cerebral, optimizando su funcionamiento-. Por su parte, dicha reserva cognitiva potenciada compensa el envejecimiento cerebral y vuelve más improbable el padecer demencia«, explica Gawon Cho, responsable del estudio publicado en la revista de la American Geriatrics Society.
El trabajo de Cho también evidenció que, a mayor exposición regular a Internet, menor el riesgo de demencia (siempre que no se roce lo abusivo).
Un estudio de largo recorrido
No es la primera vez que se analiza el impacto de Internet en la población envejecida: estudios previos han demostrado que la Worldwide Web mejora el rendimiento cognitivo, el razonamiento verbal y la memoria de este segmento de usuarios. Sin embargo, ninguna otra iniciativa había comprendido un periodo de estudio tan largo: los más de 18.000 sujetos implicados fueron monitorizados entre 2002 y 2018 (unos 17 años).
Un 64% de los investigados eran usuarios de Internet habituales, quienes también ayudaron a descartar que factores como el nivel educativo, la raza o el sexo predeterminasen mayores (o menores) riesgos de demencia dentro de la muestra. Con todo, existen aún numerosas incógnitas sobre las que indagar: ¿afecta un uso excesivo de Internet al plano neurocognitivo en la tercera edad? En palabras de Cho, «existen múltiples evidencias sobre los efectos adversos de Internet sobre el cerebro de los más jóvenes, que aún se encuentra en desarrollo, pero no así respecto a los mayores».
De igual modo, no hay suficiente información sobre si un cambio en los hábitos de uso de Internet afecta al riesgo de demencia de cualquier sujeto. Esto es, si un anciano que nunca ha 'navegado' puede reducir su probabilidad de padecer enfermedades como el Alzheimer al convertirse en usuario regular.
A este último respecto, la Directora Senior de Programas Científicos de la Alzheimer's Association -Claire Sexton- señala a la cabecera especializada Medscape que algunos factores condicionantes para la demencia resultan modificables: «La importancia de este estudio radica en que podría haber identificado uno de ellos».
Sexton afirma, no obstante, que los resultados de la investigación podrían evidenciar una relación bidireccional más que de causa-efecto: «Puede que el uso regular de Internet se asocie con un incremento de la estimulación cognitiva, lo cual conduzca a un menor riesgo de padecer demencia; pero también puede que los individuos con menos riesgo de padecer demencia sean los más propensos a usar Internet de forma cotidiana. [...] Estudios intervencionales deberían arrojar más luz sobre este asunto».
Las señales que deberían ponernos en alerta
La propia Alzheimer Association alerta de que se diagnostica un nuevo caso en el mundo cada tres segundos. Hacerlo de manera temprana resulta crucial para que el paciente disfrute de la mejor calidad de vida posible, por lo que conviene atender al decálogo de señales comunicado por la organización y concertar una cita médica si se detecta alguna:
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1.
Cambios de memoria que dificultan la vida cotidianaUna de las señales más comunes del Alzheimer, especialmente en las etapas tempranas, es olvidar información recién aprendida. También fechas o eventos importantes; se pide la misma información repetidamente y se depende de sistemas de ayuda para la memoria.
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2.
Dificultad para planificar o resolver problemasAlgunas personas con Alzheimer u otra demencia experimentan cambios en su habilidad para trazar un plan o trabajar con números. Pueden tener dificultades para seguir una receta conocida, manejar las cuentas mensuales o concentrarse.
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3.
Dificultad para desempeñar tareas habituales en la casa, en el trabajo o en su tiempo libreAl enfermo a menudo le cuesta completar tareas cotidianas; puede tener dificultades para llegar a un lugar conocido, administrar un presupuesto en el trabajo o recordar las reglas de un juego.
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4.
Desorientación de tiempo o lugarEs posible que la persona olvide fechas y el propio paso del tiempo; que le cueste comprender algo si no está ocurriendo en ese momento o que se le olvide dónde está y cómo llegó allí.
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5.
Dificultad para comprender imágenes visuales y cómo los objetos se relacionan uno al otro en el ambienteCiertos pacientes de Alzheimer experimentan dificultad para leer, juzgar distancias y determinar colores, lo que supone un problema a la hora de conducir.
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6.
Nuevos problemas con el uso de palabras en el habla o lo escritoConviene sospechar si la persona tiene problemas para seguir o participar en una conversación; si se para en pleno diálogo, le cuesta encontrar las palabras apropiadas para referirse a algo o se repite demasiado.
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7.
Colocación de objetos fuera de lugar y falta de habilidad para retrazar sus pasosEl enfermo deja sus pertenencias en cualquier sitio, por lo que a menudo le cuesta encontrarlas y culpa a su entorno de haberlas sustraído.
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8.
Disminución o falta del buen juicioOtra señal de alerta son los cambios en el juicio o la toma de decisiones, que la Alzheimer Association ejemplifica con un aseo personal descuidado o el regalo de grandes cantidades de dinero a desconocidos.
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9.
Pérdida de iniciativa para tomar parte en el trabajo o en las actividades socialesLa pérdida de memoria a menudo conduce al aislamiento del paciente, que no recuerda cómo desempeñar sus funciones laborales o practicar actividades de ocio.
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10.
Cambios en el humor o la personalidadUn enfermo de Alzheimer se muestra confundido, deprimido, temeroso; sospecha de todo el mundo y acostumbra a presentar cuadros de ansiedad.
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